Ranking: Los platos más deliciosos de cada país
La vuelta al mundo de plato en plato
Una de las mejores cosas de viajar es casi siempre la posibiliad de probar nuevos platos: desde platos nacionales emblemáticos hasta especialidades locales menos conocidas. Y cada receta tiene su propia historia fascinante. Aquí, echamos un vistazo a algunos de los platos más deliciosos de distintos países del mundo que todo el mundo debería probar al menos una vez, ya sea cocinados en casa, degustados en un restaurante o, la mejor opción de todas: disfrutados en su lugar de origen.
Haz clic o desplázate por nuestra galería para descubrir los platos más deliciosos del mundo, en una cuenta atrás hasta llegar al más sabroso de todos.
Hemos basado nuestra clasificación en la popularidad de cada plato en su lugar de origen y más allá, así como en las opiniones de nuestro bien viajado (y bien alimentado) equipo. Inevitablemente, esta lista es subjetiva.
Adaptado al español por Alba Mora Antoja, Redactora en Español para loveFOOD.
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84. Pollo peri peri, Mozambique
Se cree que el pollo peri peri (o piri piri) se originó en el sur de África, sobre todo en Mozambique, donde los exploradores y colonos portugueses introdujeron el chile en la cocina local. Para prepararlo, los trozos de pollo se marinan en una salsa picante hecha de guindillas trituradas, ajo, zumo de cítricos, vinagre y varias especias y hierbas, antes de asarlos a la parrilla o a la brasa hasta alcanzar una jugosa perfección.
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83. Sauerbraten, Alemania
El sauerbraten, plato nacional de Alemania, es un asado tradicional, hecho con cadera de ternera marinada durante días en vinagre o vino tinto (o ambos), mezclado con agua, hierbas y especias. Se sirve con una rica salsa agridulce. Mucha gente cree que la comida se remonta al siglo IX, cuando Carlomagno era rey de los francos, mientras que otros dicen que Julio César fue quien inspiró el plato. De hecho, se cree que envió ánforas llenas de ternera marinada en vino a la nueva colonia romana de Colonia.
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82. Massaman, Tailandia
Este curry tailandés es realmente delicioso. Es conocido por su equilibrio de sabores dulces, salados y picantes, con un sutil picante atemperado por la cremosidad de la leche de coco. El massaman se prepara tradicionalmente con pollo sin deshuesar y sin pelar, para que tenga la máxima potencia. Uno de sus rasgos distintivos es la inclusión de patatas y cacahuetes, que añaden una dimensión única al plato. Se cree que se originó en el sur de Tailandia, con fuertes influencias de las cocinas persa e india y especialmente de los comerciantes musulmanes que llevaron a la región especias como el cardamomo, la canela y el clavo.
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81. Spanakopita, Chipre y Grecia
Esta suntuosa pasta salada lleva un relleno de espinacas, queso feta, cebollas, huevos y varias hierbas y especias, relleno entre finas láminas de pasta filo, y horneado hasta que está perfectamente dorado y crujiente. Sus orígenes exactos son difíciles de precisar, pero se cree que la spanakopita se originó hace más de 400 años. Suele venderse en panaderías, pero también se ha convertido en un símbolo de la hospitalidad griega y suele servirse en celebraciones, festivales y reuniones familiares.
80. Cassoulet, Francia
El cassoulet es un plato francés rico y sustancioso originario de la región de Languedoc-Rosellón, en el suroeste de Francia. Es una delicia cocinada a fuego lento en una cazuela de barro y elaborada con alubias blancas (casi siempre, haricot) y diversas carnes, todo ello cocido a fuego lento en un caldo sabroso con abundantes aromas. Los ingredientes de una cassoulet varían según la región, pero pueden incluir pato confitado, paletilla de cerdo, salchicha de Toulouse, oca o cordero.
79. Banitsa, Bulgaria
Esta pasta búlgara ideal para el desayuno puede servirse caliente o fría, y suele comerse con yogur natural, ayran (una bebida tradicional de yogur) o boza (una bebida de malta fermentada), de forma muy parecida a como los franceses comerían un cruasán. Se hace enrollando un relleno de yogur, huevos y queso en pasta filo, y luego envolviéndolo todo en forma de espiral. En ocasiones especiales, se suelen añadir golosinas o incluso mensajes ocultos.
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78. Barramundi, Australia
El barramundi es sinónimo de la cocina australiana. Te costará encontrar un restaurante, cafetería o tienda de fish and chips en Australia que no lo incluya en su menú. Este pescado blanco se puede freír, asar a la parrilla, a la barbacoa, al horno, a la brasa o al vapor, y sabe increíble servido con una mantequilla de limón y eneldo.
77. Pastel de choclo, Chile
El pastel de choclo es una comida popular en Chile que combina influencias tanto de los nativos chilenos (maíz) como de los conquistadores españoles (carne picada). El uso de pasas, típico de la cocina sudamericana, le da un toque dulce a la base de ternera, cebollas, aceitunas y huevos duros.
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76. Mole, México
El mole es una salsa rica clave en la cocina mexicana. Tiene un profundo significado cultural y suele servirse en ocasiones especiales y celebraciones. El mole se caracteriza por su consistencia espesa y la intrincada mezcla de ingredientes que se utilizan para elaborarlo, entre los que se incluyen varios chiles, especias, frutos secos, semillas, frutas y (a veces) chocolate. Hay muchas variedades regionales, como el mole poblano, oscuro y picante, y el mole negro, que es especialmente rico y ahumado. La salsa es ideal con todo tipo de carnes y aves, así como en enchiladas, burritos y tacos.
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75 Borscht, Ucrania
El borscht, o sopa de remolacha, hecho típicamente con remolacha, col, zanahorias, cebollas y patatas, es un plato ucraniano caliente, popular en toda Europa del Este. Cocinada a fuego lento, esta delicia de color rojo intenso está repleta de sabor. En los restaurantes, suele servirse con una cucharada de crema agria y unos panecillos de ajo llamados pampushky.
74. Plov, Uzbekistán
El plov, un plato de arroz con carne, existe en más de 60 variedades y es uno de los alimentos básicos más apreciados de la cocina uzbeka. Hoy en día, suele prepararse a base de huevos, harina, mantequilla y yogur con arroz de grano largo cocido al vapor. Luego se le añaden ingredientes como carne, frutos secos, hierbas frescas, pescado, verduras y especias. Sin embargo, en su forma más básica, el plov es simplemente arroz con cebollas, zanahorias y carne de cordero. Su historia se remonta a más de 1.000 años.
73. Bunny chow, Sudáfrica
A pesar de su nombre, esta popular comida sudafricana no tiene nada que ver con los conejos. El bunny chow es, de hecho, un plato que consiste en un panecillo relleno de carne o verduras al curry, a veces con garbanzos o patatas. Se originó en la comunidad india de Durban en la década de los cuarenta, y ahora es una comida callejera muy apreciada en todo el país.
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72. Arroz con pollo, Singapur
El popularísimo plato nacional de Singapur es una copia del tradicional arroz con pollo de Hainan, del sur de China, pero con su propio sabor y presentación. Este sencillo, pero sublime, plato, omnipresente en los centros de venta ambulante de Singapur, consiste en pollo escalfado a baja temperatura para que quede tierno y jugoso. Se sirve con fragante arroz cocido en caldo de pollo y sustancias aromáticas, y suele acompañarse con un trío de condimentos: salsa de chile, pasta de jengibre y salsa de soja oscura.
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71. Adobo, Filipinas
Una de las características definitorias del adobo, un plato de carne adobada adorado en toda la sociedad filipina, es su versatilidad. Aunque los ingredientes básicos (vinagre, salsa de soja, ajo y especias) se mantienen constantes, hay innumerables variaciones en todo el país, y cada región (y cada familia) da su propio toque al plato. El adobo se prepara tradicionalmente con pollo, cerdo o ternera, pero algunas variaciones también incluyen leche de coco, patatas, huevos duros o marisco.
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70. Falafel, Oriente Medio
Estas bolas fritas de garbanzos molidos, hierbas, especias y cebollas son un sabroso manjar vegetariano, ya se sirvan en una envoltura de pitta o con una salsa de tahini. El falafel se remonta a la antigüedad y es probable que se originara en Egipto, donde se cree que los cristianos coptos comían una versión con habas como sustituto de la carne durante la Cuaresma. El plato viajó hacia el levante, donde los garbanzos se convirtieron en el ingrediente estándar.
69. Tolvas, Sri Lanka
Estas tortitas finas y crujientes son uno de los platos más sabrosos del mundo, populares en los desayunos de todo Sri Lanka y más allá. Se llaman así por la sartén que les da forma, y consisten en un bol fino como un papel, parecido a una crêpe, hecho con masa de arroz y leche de coco. Aunque los hay de varios estilos, incluidas variedades dulces, lo más común es hacerlos con un huevo delicadamente colocado dentro de la masa, servido con sabrosos aderezos como chutney picante, sabrosos sambals o cremoso dahl.
68. Nasi lemak, Malasia
El plato nacional no oficial de Malasia, el nasi lemak, se puede encontrar en todo el país, desde restaurantes de lujo hasta vendedores ambulantes de comida. Consiste en arroz cocido en leche de coco hasta que queda esponjoso y cremoso, a menudo con aromas como hojas de pandan, laurel, hierba limón, jengibre y ajo. Además, encontrarás todo tipo de acompañamientos salados y picantes, desde crujientes anchoas fritas y sambal picante hasta cacahuetes tostados y pescado frito o alitas de pollo.
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67. Pupusa, El Salvador
El plato nacional de El Salvador es tan popular que tiene su propio día de celebración. La pupusa es una torta o pan plano grueso hecho tradicionalmente con harina de maíz o de arroz y relleno de todo tipo de deliciosos ingredientes, desde queso hasta frijoles refritos y chicharrón (panceta de cerdo frita). Crujiente por fuera y blando y pastoso por dentro, es delicioso y se puede comprar en puestos callejeros, carritos y restaurantes de todo El Salvador. Suelen servirse con curtido (una ensalada de repollo encurtido) y salsa para mitigar su riqueza.
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66. Rendang de ternera, Indonesia
Este sabroso curry de Sumatra Occidental obtiene mucho sabor de su largo proceso de cocción, que consiste en añadir la carne a una pasta picante de ajo, cebolla, guindillas rojas, cúrcuma, jengibre, pimienta, hierba limón, galanga, anís estrellado, hojas de lima kaffir, laurel y hojas de cúrcuma. Luego, se mezcla con leche de coco y se cuece hasta que la carne esté tierna y el líquido se caramelice a su alrededor.
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65. Sopa de cebolla francesa, Francia
Pocos platos son tan reconfortantes como la sopa de cebolla francesa, una mezcla de cebollas caramelizadas, cocinadas lentamente en un caldo con vino blanco y coñac. Se cree que existe una versión de esta sopa desde la época romana (o incluso antes), pero la versión moderna se originó en el París del siglo XVIII. Tradicionalmente, la sopa se sirve en una cazuela, cubierta con una rebanada de pan y queso, que luego se funde a la perfección.
64. Colcannon, Irlanda
Históricamente, este sencillo plato de patatas y col rizada (o repollo) machacadas con leche, mantequilla, sal y pimienta, se comía en Irlanda todo el año y se servía con jamón cocido. El colcannon es tan apreciado que hasta hay canciones sobre él. También es el plato oficial irlandés típico de Halloween. El 31 de octubre, baratijas como anillos y dedales, que se dice representan el destino de la persona en cuyo plato acaban, se esconden tradicionalmente en el puré de patatas.
63. Bobotie, Sudáfrica
Carne y fruta al curry con una cobertura cremosa y dorada a base de huevo, el bobotie es el plato nacional de Sudáfrica. Existe desde hace siglos y tiene una herencia cultural variada, como el propio país. Piensa en él como algo intermedio entre un pastel cubierto de patatas y la moussaka y podrás hacerte una idea.
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62. Haggis, Escocia
Sinónimo de Escocia, el haggis es un sabroso pudin de carne de despojos de oveja, sebo, avena, cebollas y especias, cocido a fuego lento en una tripa que tradicionalmente es el estómago de una oveja. Se come para celebrar la Noche de Burns, en enero, y tradicionalmente se sirve con nabos y puré de patatas. El plato perfecto para combatir el frío invernal.
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61. Wiener schnitzel, Austria
Elaborado machacando, salando y enrollando una chuleta de ternera en una costra de harina, huevos y pan rallado, y friéndolo después a la perfección, el wiener schnitzel es una especialidad vienesa que suele servirse con una guarnición de patatas cocidas. La clave está en freírlo poco a poco en mantequilla clarificada o manteca de cerdo, para que adquiera un bonito color amarillo dorado por todas partes. Se dice que Figlmüller, en Viena, lleva sirviendo el wiener schnitzel original desde 1905.
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60. Feijoada, Brazil
Aunque se considera el plato nacional de Brasil, la feijoada es popular en muchas partes del mundo. La versión brasileña se elabora tradicionalmente cocinando recortes de cerdo, como orejas, rabo, lengua y hocico a fuego lento, con una variedad de condimentos y especias, así como una abundante ración de judías negras, para crear un guiso aromático que hace la boca agua.
59. Laksa, Malasia
Sopa picante, dulce, ácida y fragante, la laksa se asocia sobre todo con Malasia, aunque puedes encontrar muchas variantes de este plato en todo el Sudeste Asiático. En Malasia, suele presentarse como un rico y picante caldo de leche de coco, o como un caldo agrio hecho con tamarindo. La sopa suele llevar fideos gruesos de trigo o fideos de arroz, y se sirve con pollo, gambas o pescado.
58. Sopa de almejas, Estados Unidos
La sopa cremosa de almejas es posiblemente el mejor plato de Massachusetts, y se puede encontrar en las cocinas caseras y en los restaurantes de toda Nueva Inglaterra. Hecha con almejas, patatas y galletas de ostras trituradas, es una comida sabrosa y abundante, popular todo el año. El lugar más famoso para comerla, Legal Sea Foods de Boston, empezó siendo un mercado y lleva décadas cocinando una sopa de pescado perfecta.
57. Raclette, Suiza
La raclette es un plato típico suizo que se cree que se inventó en el cantón del Valais. Para prepararlo, el queso raclette se funde bajo una parrilla o en una sartén pequeña, y luego se sirve con patatas, pepinillos y cebollas encurtidas (y, a veces, una tentadora selección de embutidos).
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56. Bocadillos, Dinamarca
Plato habitual en los países escandinavos y bálticos, este bocadillo abierto tiene sus raíces en Dinamarca. En el siglo XIX, se solían utilizar rebanadas de pan de centeno en lugar de un plato, y la tradición del smørrebrød (literalmente “pan con mantequilla”) comenzó cuando se puso de moda decorar las rebanadas de pan. Los ingredientes tradicionales incluyen arenque en escabeche, gambas y salmón ahumado, así como huevo en rodajas, mayonesa y berros.
55. Arroz jollof, África Occidental
El origen del arroz jollof, un plato de una sola cazuela que llena y satisface, es objeto de acaloradas disputas entre Nigeria, Ghana y Senegal, entre otros países de África Occidental. En la versión nigeriana, el arroz de grano largo se añade a una salsa de tomate picante y se cuece a fuego lento hasta que esté listo. Por su parte, los ghaneses utilizan arroz basmati en lugar de grano largo, y su versión del arroz jollof también es más picante.
54. Poutine, Canadá
Puede que no sea muy atractivo, pero este plato quebequés es delicioso, y hoy en día no solo es popular en Canadá y el noreste de Estados Unidos, sino también en otros lugares. Compuesta de patatas fritas esponjosas por dentro y crujientes por fuera y una salsa espesa, rica y carnosa, la poutine se eleva a la grandeza culinaria con la adición de cuajada de queso, que conserva parte de su forma bajo el calor de la salsa.
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53. Gulash, Hungría
Aunque a menudo se sirve como salsa de carne o estofado en toda Europa, el gulash húngaro tradicional es, en realidad, una sopa. Para hacerlo, se combina un corte de carne de vacuno (espinilla, jarrete o paletilla) con verduras (normalmente zanahorias, pimientos y apio), se sazona con pimentón y se cuece lentamente en caldo, en una olla al fuego. Se sirve en un cuenco de pan o con fideos húngaros.
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52. Pho, Vietnam
Este cálido y reconfortante plato de fideos ha conquistado el mundo en los últimos años, y con razón. Su aparente sencillez esconde sabores complejos y es, a la vez, rico y refrescante. Creado en el norte de Vietnam a finales del siglo XIX, el pho se desarrolló bajo la influencia de la cocina china y francesa, reflejando la historia del país. Hoy en día, es una oferta exclusivamente vietnamita que no tendrás que ir muy lejos para encontrar, estés donde estés en el mundo.
51. Biryani, India
Una celebración de especias y arroz, el biryani fue creado por primera vez por los musulmanes del subcontinente indio. Hoy en día, dependiendo de la región en la que se cocine (y del chef que lo haga), existen infinitas variedades de biryani, pero lo básico (arroz y un surtido de especias) es siempre lo mismo. Puedes preparar el tuyo con carne, o prescindir de ella para una alternativa vegana o vegetariana.
50. Arepa, Venezuela y Colombia
Hechas de harina de maíz, y servidas con rellenos dulces o salados, las arepas son bollos tradicionales de Colombia y Venezuela. Hechas con masa sin levadura, pueden hacerse a la parrilla, al horno, fritas, hervidas o al vapor, y se comen a diario en ambos países, donde la receta se ha mantenido prácticamente inalterada durante siglos.
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49. Shawarma, Oriente Medio
Este emblemático plato de comida callejera es un auténtico derroche de sabor y crujido. El nombre procede de la palabra árabe que significa “girar”, en referencia a cómo se cocina el relleno de carne de este delicioso bocadillo en un asador vertical. La carne (normalmente cordero, pollo, ternera o una combinación de ambos) se sazona con diversas especias, se retira del asador y se mete dentro de un pan plano caliente junto con verduras crujientes, pepinillos, salsa tahini, humus o salsa de ajo. Aunque se debaten los orígenes del shawarma, se cree que procede de la región levantina de Oriente Próximo, con variaciones que se encuentran en países como Líbano, Siria o Turquía.
48. Buey stroganoff, Rusia
Plato inventado por los cocineros franceses del siglo XIX que trabajaban para los Stroganov (una influyente familia de comerciantes rusos), el stroganoff de ternera se ha convertido en un plato básico en muchos hogares de Europa Central y Oriental. Tradicionalmente, es un plato de ternera salteada y champiñones laminados, servido con una salsa de nata agria, pero existen diferentes versiones del stroganoff de ternera en otras partes del mundo, como Escandinavia y Brasil.
47. Som tam, Laos
Esta ensalada picante y crujiente es el Sudeste Asiático en un plato, hecha con papaya verde rallada y otras frutas y verduras, y mezclada con un delicioso aliño agridulce de azúcar de palma, guindillas y zumo de lima. Aunque es originario de Laos, también se come en Vietnam, Camboya y Tailandia. Para preparar un som tam tradicional, hay que desmenuzarlo y machacarlo con un mortero, pero también se pueden probar muchas versiones modernas y menos engorrosas.
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46. Cacio e pepe, Italia
Hay innumerables recetas deliciosas de pasta italiana, pero esta es perfecta por su sencillez. Traducido como “queso y pimienta”, el plato, como su nombre indica, utiliza un puñado de ingredientes básicos: pimienta negra, queso, pasta y mantequilla. Encontrarás versiones hechas con espaguetis, linguini o pici (una pasta cilíndrica y gruesa), y también hay debate sobre qué queso utilizar (normalmente, parmesano o pecorino).
45. Bullabesa, Francia
Maravillosa celebración del marisco capturado en la costa mediterránea, la bullabesa es sinónimo del sur de Francia, especialmente de la ciudad portuaria de Marsella. La sopa se elabora con una selección de especias y hierbas provenzales, azafrán embriagador y diversos pescados y mariscos. En Marsella, el caldo se sirve tradicionalmente separado del marisco, con rebanadas de pan y rouille (una salsa espesa, parecida a la mayonesa, de aceite de oliva, pan rallado, ajo, azafrán y pimienta de cayena) aparte.
44. Khachapuri, Georgia
Estos recipientes pastosos (con queso, mantequilla y un huevo pasado por agua en el centro) son lo más georgiano que hay. Los khachapuris, plato nacional del país, son perfectos como entrante para compartir o como guarnición para acompañar una comida más copiosa. Son tan populares y omnipresentes en su país de origen que incluso se utilizan para medir los niveles de inflación en las ciudades georgianas (un sistema de seguimiento conocido como “Índice Khachapuri”).
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43. Ceviche, Perú
El ceviche es una parte tan importante del patrimonio de Perú que el país tiene un día festivo para celebrar este plato: el 28 de junio de cada año. Para prepararlo, se marinan trozos de pescado crudo durante un par de minutos en zumo de lima junto con cebollas, guindillas, sal y aceite. Tradicionalmente, el ceviche se sirve a temperatura ambiente con guarniciones como maíz y patatas dulces o blancas.
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42. Masala dosa, India
Comidos en varias partes de Asia para desayunar, comer o cenar, los dosas son crêpes hechos con una masa de arroz fermentado y lentejas negras, y tienen una historia que se remonta a la friolera de 2.000 años. La masala dosa es una variante que viene rellena con patatas cocidas, cebollas fritas y especias. A menudo, se sirve con chutney de coco y tomate, y es uno de los aperitivos más populares (y sabrosos) del sur de la India.
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41. Mejillones, Bélgica
Desde la costa hasta las calles de Bruselas, a los belgas les encanta sentarse a comer unas crujientes y doradas patatas fritas y una gran olla humeante de mejillones. Aunque los mejillones se cocinan en una variedad de caldos y salsas con innumerables ingredientes, nada supera a los clásicos moules marinière, una mezcla de vino blanco, cebolla, perejil, nata y mantequilla.
40. Albóndigas, Suecia
Es discutible si la albóndiga sueca debe o no su perfil internacional a IKEA, pero lo cierto es que el país ha declarado que los orígenes de su plato nacional son turcos. Las köttbullar se basan en una receta que el rey Carlos XII llevó a Suecia a principios del siglo XVIII. Tradicionalmente se sirven con una salsa marrón cremosa y gravosa, puré de patatas o patatas cocidas y mermelada de arándanos rojos.
39. Rarebit galés, Gales
Mucho más que una tostada con queso, el auténtico rarebit galés lleva una sensacional cobertura de queso cheddar fundido, mostaza, cerveza y salsa Worcestershire. La sabrosa mezcla se sirve vertida sobre una tostada, en lugar de asada sobre ella. En algunas recetas, se añaden yemas de huevo, que ayudan a que la salsa sea increíblemente cremosa y rica. Sea como sea, es, sin duda, una de las comidas más reconfortantes del Reino Unido.
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38. Pierogi, Polonia
Aunque en Rusia, Ucrania, Georgia y Bielorrusia son populares diferentes versiones de los pierogi, estas bolitas de masa son un clásico polaco. Una variedad de rellenos, tanto dulces como salados, se envuelven en masa finamente enrollada, y luego se fríen en una sartén (o se hierven, si son dulces) para servirlos como tentempié, primer plato o postre. Los rellenos salados más populares incluyen chucrut o una mezcla de carne y cebolla, mientras que las variedades dulces suelen contener requesón o arándanos y azúcar.
37. Poke, Estados Unidos
Este plato hawaiano de pescado crudo cortado en dados, que se traduce como “cortar en rodajas”, ha aumentado su popularidad en todo el mundo en los últimos años, probablemente debido al atractivo de sus ingredientes sanos y frescos. Sin embargo, lejos de ser una creación moderna, este sabor del mar tiene raíces ancestrales que se remontan a una época en que los isleños nativos frotaban sus capturas frescas con sal marina, algas y un condimento tradicional llamado inamona.
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36. Tagine, Marruecos
El tagine, un guiso dulce y caliente que se sirve en la olla de terracota en la que se cocina (y de la que toma su nombre), ha sido un elemento básico de la cocina marroquí durante siglos. Se prepara mezclando carne o ave con verduras o fruta, y añadiendo especias como cúrcuma, canela, azafrán, jengibre y comino. Originalmente un plato bereber, el tagine ha recogido influencias árabes, otomanas, moriscas y francesas a lo largo del tiempo.
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35. Dim sum, China
La historia del dim sum, una comida a base de pequeños platos salados y dulces (en su mayoría, albóndigas, bollos y panecillos fritos y al vapor), está ligada a las tradicionales casas de té chinas. Servido en vaporeras de bambú, dim sum significa “toca el corazón” en cantonés, y se ha convertido en un elemento esencial de la cocina china. Tradicionalmente, se disfruta desde primera hora hasta media mañana, y puede que sea el precursor del brunch moderno.
34. Gumbo, Estados Unidos
Las versiones criolla y cajún del gumbo, plato oficial de Luisiana, son un testimonio de la mezcla de culturas del estado, aunque sus orígenes son un poco confusos. El nombre procede del africano occidental okra, mientras que el plato se elabora con una especie de roux, por lo que también hay una clara influencia francesa. Lo que sí sabemos es que este sustancioso guiso, cocinado con la santísima trinidad de Luisiana (apio, pimientos y cebollas), es una verdadera delicia culinaria.
33. Kebab, Turquía
El kebab tiene una larga tradición (su nombre se registró por primera vez en el siglo XIV), y se cree que se originó en Turquía, donde los soldados solían cocinar la carne recién cazada sobre hogueras. Hay multitud de variedades de kebabs, desde los döner kebabs (que se cree que se inventaron, en su forma moderna, en Berlín, Alemania) hasta especialidades regionales como los kebabs Adana y Testi. Tradicionalmente, solo se utilizaba cordero, pero hoy en día se ofrece en una amplia gama de carnes.
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32. Pollo jerk, Jamaica
El jerk, un tipo de adobo de carne originario de Jamaica, se elabora con pimienta de Jamaica y pimientos Scotch bonnet. Se cree que su nombre procede de la palabra peruana “charqui”, que significa tiras secas de carne. Una vez adobada, la carne se asa, y los sabores y aromas resultantes son deliciosamente ahumados y picantes. Encontrarás chozas de jerk prácticamente en todo el Caribe.
31. Fideos de Singapur, Hong Kong
A pesar de su nombre, estos fideos al curry no proceden en realidad de Singapur. De hecho, el popular plato de fideos vermicelli salteados con verduras, huevos revueltos y carne es de origen cantonés. Muy consumido en Hong Kong, y un clásico de la comida para llevar muy apreciado en muchos países, es prácticamente desconocido en Singapur.
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30. Asado, Argentina
El asado es algo más que una barbacoa. Sus raíces se remontan a los gauchos de las Pampas de mediados del siglo XVIII al XIX, que asaban la carne cerca de un fuego lento sobre una estructura metálica llamada asador. En Argentina, el asado es una forma de vida, y la mayoría de las familias se reúnen para disfrutar del ritual una vez a la semana. El asador coloca la carne sazonada sobre una llama, preferiblemente de leña, durante unas dos horas. La carne se sirve entre hecha y bien hecha.
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29. Ternera Wellington, Inglaterra
El origen del buey Wellington es incierto, al igual que su relación exacta con Arthur Wellesley, primer Duque de Wellington, en el siglo XIX. Tradicionalmente, consiste en un filete de ternera cubierto de paté y duxelles de setas (una mezcla de setas, chalotas y hierbas picadas muy finas), envuelto en hojaldre y horneado. Su popularidad actual se debe, en gran parte, al chef Gordon Ramsay, que lo ha convertido en uno de sus platos emblemáticos.
28. Musaca, Grecia
La musaca es un plato delicioso que debes tener en tu repertorio. Sus capas de salsa cremosa, patata, carne picada y berenjena crean una comida rica y abundante, perfecta para una reunión familiar. También común en Turquía y Líbano, se cree que la musaca existe desde que los árabes llevaron la berenjena a Grecia.
27. Tahdig, Irán
Este legendario plato de arroz es una de las comidas más reconfortantes del mundo, adorada por su corteza crujiente y dorada. El nombre tahdig se traduce como “fondo de la olla” en persa, lo que describe exactamente cómo se elabora el plato. Para prepararlo, primero se cuece una capa de arroz en una olla con aceite o mantequilla hasta que se forma una corteza crujiente en el fondo. Esta corteza es lo mejor del plato, ofreciendo un delicioso contraste con la textura esponjosa del arroz que hay encima. El tahdig puede aromatizarse con azafrán, yogur o especias, y suele servirse como acompañamiento de guisos y carne a la parrilla.
26. Murgh makhani, India
El murgh makhani, también conocido como pollo a la mantequilla, es un curry rico y cremoso con tiernos trozos de pollo cocinados en una salsa aterciopelada a base de tomate. Sus orígenes se remontan a la década de los cincuenta en Delhi, cuando los cocineros del restaurante Moti Mahal, que originalmente estaba en Peshawar (actual Pakistán) y más tarde se trasladó a Delhi, idearon este curry para utilizar el pollo tandoori sobrante. Lo cocinaban a fuego lento en nata, mantequilla y varias especias, para evitar que la carne se secara. Hoy en día, es adorado en los restaurantes indios y en la comida para llevar de todo el mundo.
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25. Gnocchi, Italia
Estas bolas de patata blandas y acolchadas son uno de los alimentos más queridos de Italia, apreciados por su textura y su capacidad para reforzar todo tipo de sabores regionales, desde ricos ragús de carne a cremosas salsas de queso. Los ñoquis, un plato tradicional desde la época romana, estaban hechos originalmente con harina o pan rallado. La variedad que conocemos y amamos hoy se creó en el siglo XVI, cuando se introdujeron las patatas en Europa.
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24. Sushi, Japón
Muchos piensan que lo más importante del sushi es la calidad y frescura del pescado crudo. Aunque eso es, en parte, cierto, lo realmente crucial es el arroz. La palabra sushi es un antiguo término japonés que significa, literalmente, “de sabor agrio”. Hoy existen cinco tipos principales de sushi: nigiri (pescado servido sobre arroz), sashimi (pescado sin arroz), maki (arroz y relleno envueltos en algas), uramaki (algas envueltas alrededor del relleno, con arroz por fuera) y temaki (sushi en forma de cono).
23. Barbacoa al estilo tejano, Estados Unidos
La barbacoa tradicional de Texas bien podría ser considerada la mejor de todas. Inspirada en las diversas tradiciones culturales del estado, la barbacoa tejana tiene fuertes influencias alemanas y checas, y se compone sobre todo de falda, salchichas y costillas de ternera, así como de carnes ahumadas. Suele ir acompañada de ensalada de repollo, ensalada de patatas, macarrones con queso, quingombó frito y judías verdes.
22. Fish and chips, Reino Unido
Cuando has encontrado el pub acogedor perfecto o vuelves de un largo paseo por una borrascosa playa británica, no hay nada mejor que el tradicional fish and chips, o pescado con patatas fritas. El plato tiene un origen confuso, con posibles raíces en el siglo XIX tanto en Lancashire como en Londres. Por aquel entonces, las patatas fritas eran un alimento básico barato y sabroso en el norte industrial, y el pescado frito era habitual en la zona del East End londinense. Sea cual sea la verdad, emparejar pescado blanco rebozado con patatas fritas calientes y esponjosas es una pasión nacional que nunca ha decaído.
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21. Carbonara, Italia
Este plato tradicional romano consiste en espaguetis con una salsa de queso, huevos y panceta, cubiertos de parmesano. Los relatos sobre su origen difieren, pero una leyenda popular dice que el plato se creó después de la Segunda Guerra Mundial para agradecer a los soldados americanos la liberación de Roma. En cualquier caso, la carbonara sigue siendo un plato popular en los menús italianos de todo el mundo. Ahora bien, para saborearla en todo su esplendor, la pasta debe cocinarse al dente.
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20. Sopa Tom yum, Tailandia
Repleta de gambas, esta sopa dulce, agria y picante es un plato popular en Tailandia que los visitantes del país deben probar. Esta comida contiene salsa de pescado, hojas de lima, hierba limón y leche evaporada para darle una textura cremosa. Derivado de las palabras tailandesas tom y yam, el nombre se traduce literalmente por “mezcla hervida”.
19. Cataplana, Portugal
Este rico guiso de marisco comparte nombre con la olla en la que se prepara, y contiene una variedad de marisco fresco, como bacalao, gambas, mejillones y almejas, todo ello cocinado en una salsa de tomate, aceite de oliva y cilantro. Inventada originalmente por los pescadores, los ingredientes exactos de la cataplana varían según la pesca del día, y suele servirse con pan crujiente, patatas o arroz.
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18. Mezze, Oriente Medio
Especialmente popular en Irán, Turquía y Grecia, el mezze es un estilo de comida tradicional en Oriente Medio y el Mediterráneo. Consiste en varios platos más pequeños repartidos en una fuente, y suele incluir humus, hojas de parra rellenas, aceitunas, ensalada fattoush y panes planos. Es el plato perfecto para compartir con tus amistades.
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17. Pad Thai, Tailandia
El pad thai, plato nacional de Tailandia, es una comida callejera muy popular en todo el país. Aunque hay muchas variaciones, normalmente se saltean fideos de arroz con huevos, tofu, pasta de tamarindo, salsa de pescado, gambas secas, azúcar de palma y guindillas rojas, y luego se cubren con cacahuetes. Combinando sabores dulces, salados, umami y ácidos, es una sensación gustativa que gusta en todo el mundo.
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16. Steak frites, Francia
El filete frito es un plato clásico que se sirve en las brasearías de toda Europa, normalmente acompañado de una salsa holandesa o bearnesa. Tradicionalmente presentado con el filete poco hecho, es un plato sencillo, pero deliciosamente satisfactorio, y es tan popular que hay restaurantes en los que es el único plato del menú. Le Relais de Venise, un restaurante que sirve ensalada, filete y patatas fritas con una salsa especial, abrió por primera vez en París en 1959. Desde entonces, ha abierto locales en Londres, Nueva York y Ciudad de México.
15. Shakshuka, Oriente Medio
La shakshuka es un plato que muchos países del norte de África y Oriente Medio reivindican, por lo que es prácticamente imposible desentrañar de dónde procede realmente. Lo único que sabemos es que es un plato increíblemente sabroso que se ha convertido en un popular en todo el mundo. Traducido literalmente como “mezcla”, suele cocinarse reduciendo tomates, cebollas y una serie de especias antes de escalfar unos huevos por encima.
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14. Tapas, España
Pocas ofertas gastronómicas mejoran el plan de ir a un bullicioso bar de tapas español y disfrutar de una selección de tapas. Las opciones más populares y omnipresentes son las gambas al ajillo, las patatas bravas, los calamares a la romana y las croquetas, aunque también hay muchas variedades regionales interesantes que probar.
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13. Bollo de Bao, Taiwán
La popularidad de los bollos bao se ha disparado en la última década, y aunque estos bollos al vapor son de origen chino, es la versión taiwanesa la que ha demostrado ser más popular. Un gua bao tradicional consiste en rodajas de panceta de cerdo aderezadas con hojas de mostaza encurtidas, cilantro y cacahuetes molidos.
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12. Buey a la bourguignon, Francia
Este clásico plato francés puede tener un aspecto algo rústico, pero se necesita mucho trabajo y habilidad para hacerlo bien. La ternera se cuece lentamente en vino tinto junto con caldo de carne, zanahorias, cebollas y, a veces, champiñones, lo que da como resultado un plato riquísimo repleto de capas de sabor.
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11. Pato pequinés, China
Plato cocinado y consumido en Pekín desde la época imperial, hoy el pato a la pequinesa es un favorito de los restaurantes chinos de todo el mundo. Existen innumerables métodos de preparación y cocción del pato, pero originalmente se asaba en un horno cerrado, hasta que los cocineros de la dinastía Qing desarrollaron los “hornos colgantes”, que les permitían cocinar el plato por encargo. Hoy en día, el pato pekinés se sirve con tortitas chinas al vapor, pepino, cebolletas y salsa de soja dulce y salada.
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10. Pollo a la parmesana, Estados Unidos
Se cree que fue creado por inmigrantes italianos que se establecieron en el noreste de Estados Unidos a finales del siglo XIX. No obstante, ahora, el pollo a la parmesana figura en las cartas de restaurantes de todo el mundo, y es especialmente apreciado en Australia, donde se considera un clásico de la comida de pub. Este reconfortante plato consiste en una pechuga de pollo empanada bañada en salsa marinara y quesos mozzarella, parmesano y provolone fundidos. Se puede servir con una simple ensalada de guarnición o con espaguetis.
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9. Bibimbap, Corea del Sur
El bibimbap es un icono de la comida coreana. En la base, lleva arroz blanco caliente y, en la parte superior, rodajas de ternera, verduras salteadas y encurtidas, diversas salsas y un huevo pasado por agua. Tradicionalmente, el plato se comía en vísperas del Año Nuevo Lunar, cuando las familias intentaban deshacerse de todas las sobras. Hoy, es un plato popular para comer y cenar en todas partes.
8. Paella, España
Este plato lleno de sabor es sinónimo de los soleados veranos españoles. La paella tiene raíces antiguas, pero el plato empezó a tomar su forma moderna en la Albufera, en Valencia, en el siglo XIX, cuando los trabajadores cocinaban arroz y carne al fuego. La paella valenciana incluye tradicionalmente pollo y conejo, mientras que la versión más famosa es la paella mixta, una mezcla de pollo y marisco. Se suele decir que hay tantas variaciones de paella como cocineros que la preparan.
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7. Tacos, México
Estas tortillas de maíz, repletas de deliciosa carne de ternera, cerdo o pollo, tienen unos orígenes misteriosos que se remontan a las minas de plata mexicanas del siglo XVIII. Los tacos mexicanos tradicionales no incluyen guarniciones como lechuga, tomate, queso o crema agria. En su lugar, suelen llevar cilantro, cebolla blanca picada y salsa o guacamole.
6. Pollo frito sureño, Estados Unidos
Podría pensarse que no hay nada más fácil que freír un trozo de pollo, pero nos equivocaríamos si pensáramos que es así de sencillo. Hacer el rebozado perfecto, añadir la cantidad justa de condimentos y elegir la mejor forma de freír requiere práctica. Algunos historiadores de la gastronomía sostienen que el primer pollo frito se cocinó en Escocia (un libro de cocina británico cita una receta de 1747) y que llegó a Estados Unidos a través de esclavistas escoceses. Los esclavos añadieron las especias y condimentos de hoy.
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5. Salchichas y puré, Reino Unido
Jugosas salchichas, cremoso puré de patatas y guisantes, todo ello bañado en salsa de cebolla... Este plato tradicional británico es la mejor comida de pub. Cálido y abundante, el término de “salchichas y puré” se originó durante la Primera Guerra Mundial, cuando el racionamiento hizo que las salchichas se hicieran con rellenos como el agua, que las hacía saltar y crujir mientras se cocinaban.
4. Ragù alla Bolognese, Italia
El plato nacional de Italia, el ragú a la boloñesa (o salsa boloñesa) es una salsa de carne con tomate que se suele servir con espaguetis o tallarines. Este plato clásico procede de Imola, una pequeña ciudad cerca de Bolonia, y se dice que se inventó en el siglo XVIII. Hoy en día, es un plato básico en los menús de los restaurantes italianos, por no hablar de la comida familiar favorita en los hogares de todo el mundo.
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3. Ramen, Japón
La popularidad del ramen se ha disparado fuera de Japón en la última década. Es fácil entender por qué, con tanto sabor en cada cuenco. En su forma más simple, es un rico caldo de carne o pescado aromatizado con soja o miso, y servido con ingredientes como setas, algas, semillas de sésamo, cebolletas y huevos pasados por agua. También hay variedades regionales, como el famoso ramen tonkotsu (caldo de hueso de cerdo) de Kyushu y el ramen miso de Hokkaido.
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2. Hamburguesa, Estados Unidos
Las raíces de la hamburguesa se remontan a Alemania. Debe su nombre a la ciudad de Hamburgo, donde, en el siglo XIX, se molía carne de vacuno local, se mezclaba con cebolla y ajo, y luego se formaban hamburguesas. Sin embargo, el plato que conocemos y amamos hoy en día es estadounidense hasta la médula. Algunos dicen que Charlie Nagreen introdujo por primera vez una hamburguesa entre rebanadas de pan en una feria del condado de Wisconsin en 1885, mientras que otros insisten en que el plato fue creado por los hermanos Frank y Charles Menches en Nueva York u Ohio unos años más tarde. Sea como sea, la hamburguesa se ha convertido en una parte esencial de la gastronomía estadounidense.
1. Pizza napolitana, Italia
Si hay un alimento que no necesita presentación, ese es la pizza. Y si hay una pizza que puede presumir de ser la precursora de esta obsesión internacional, es la pizza napolitana, ideada en Nápoles. Hecha específicamente con mozzarella de búfala y tomates San Marzano o Roma, la pizza debe cocinarse durante 60-90 segundos exactos a 485ºC en un horno de leña. ¿El resultado? Pura perfección.
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