Los 29 MEJORES platos de curry del mundo (por orden)
Global taste sensations

¿Hay algo mejor que un delicioso y sabroso curry? La palabra curry procede del nombre indio de salsa o condimento, y se ha convertido en un término genérico aceptado para muchos platos a base de salsas condimentadas con especias y de origen sudasiático. El curry encarna, como ningún otro plato, los gustos regionales, los sabores, la historia culinaria y las influencias culturales de una región. Desde los clásicos más reconfortantes hasta salsas y platos menos conocidos que se originaron en la India y ahora complacen a paladares de todo el mundo, sigue leyendo para descubrir los mejores curris del mundo.
Hemos basado nuestra clasificación en la popularidad de cada curry en su lugar de origen y más allá, y en las opiniones de nuestro viajado (y bien alimentado) equipo. Inevitablemente, esta lista es subjetiva.
Adaptado al español por Alba Mora Antoja, Redactora en Español para loveFOOD.
29. Phall

Para los que les gusta el picante, este curry se atribuye a unos innovadores cocineros bangladeshíes que querían ganar adeptos en Birmingham, Inglaterra, en la década de los setenta. Hoy en día, se puede encontrar phall en todo el mundo. Quienes lo comen alucinan con su salsa a base de tomate y sus sabores afrutados a guindilla. En las recetas, se suelen utilizar las variedades de chile más picantes: bonete escocés, habanero y bhut jolokia (pimienta fantasma). Atención: a veces, esta bestia picante puede causar más dolor que placer.
28. Currywurst

Por sencilla que sea, esta adorada comida callejera alemana, compuesta de salchichas hervidas y fritas bañadas en salsa de tomate especiada, tiene un estatus icónico e influencias transculturales. El mejor currywurst es el que se come bien caliente en un schnellimbisse, un puesto de comida rápida como el que se dice que inventó Herta Heuwer en el Berlín de la posguerra. Su creación utilizaba polvo de curry amarillo (procedente de soldados británicos) mezclado con puré de tomate para condimentar la bratwurst local.
27. Tarkari

Considerado por muchos el plato nacional de Nepal, tarkari es el nombre que reciben los guisos de verduras al curry que se comen a diario en la mayoría de los hogares nepalíes, así como en muchas partes de Bangladesh y la India. Nepal comparte una larga frontera con los estados septentrionales de la India, y este plato infinitamente versátil aúna influencias de ambos países gracias a una masala de especias que a menudo incluye asafétida para potenciar el sabor. El tarkari suele servirse como parte de un dal bhat, una comida nepalesa a base de arroz, lentejas y curry.
26. Bunny chow

La comida callejera más famosa de Sudáfrica es un invento nacido de la necesidad. Cuenta la leyenda que, como en la Sudáfrica de los años cuarenta no se disponía de los tradicionales rotis (panes o chapattis), los trabajadores indios emigrantes de Durban apilaban el curry de sus almuerzos en panes huecos. Por arte de magia, el pan blanco y blando resultó ser el recipiente ideal para el curry, absorbiendo perfectamente los jugos picantes. Hoy en día, los bunnys suelen estar rellenos de curry de cordero o pollo y se suelen servir con un sambal picante y el trozo de pan extraído, que se utiliza para mojar.
25. Kuzhambu

A los tamiles del norte de Sri Lanka y del sur de la India, les gusta especialmente la nota agridulce que el tamarindo añade a los platos. Este sabroso curry tiene un sabor realmente picante. Existen infinitas versiones regionales de la base de la salsa. A menudo, también se condimenta con chile y hojas de curry, y suele servirse con algún tipo de lentejas, verduras, carne o incluso huevos cocidos.
24. Curry goat

El tiempo desempeña un papel importante en la elaboración de muchos curris de alto nivel, y este clásico jamaicano se llena de sabores cuando se deja cocer lentamente. La carne de cabra se derrite tierna y sabrosa cuando primero se adoba y luego se deja hervir suavemente con especias aromáticas e ingredientes fragantes. Este curry de rico sabor se sirve en todo el mundo, pero, como atestiguarán los entendidos, el centro de Kingston, en Jamaica, es el lugar al que hay que ir para probar el curry de cabra en su máxima expresión.
23. Korma

El korma cremoso, un curry rico y suave para quienes desconfían del exceso de picante, es uno de los curris más apreciados en el Reino Unido, donde estas cuestiones se debaten ferozmente. Sin duda, el plato ha recorrido un largo camino desde los palacios mogoles del siglo XVI, donde se cree que se sirvió por primera vez, cubierto con hojas de plata, en los banquetes reales. Encontrarás versiones dulces en las casas de curry de todo el mundo, pero las que se hacen en el subcontinente indio, espesadas con almendras molidas o anacardos y nata o leche de coco, tienen un sabor mucho más matizado.
22. Khichdi

El khichdi, a menudo considerado plato nacional no oficial de la India (junto con el nihari, en el puesto 14 de nuestra lista), y un alimento básico en los hogares de todo el subcontinente, aparece en los registros históricos desde el siglo XV. Este plato servido en una sola olla es una de las comidas más reconfortantes del mundo: una mezcla abundante y nutritiva de arroz y lentejas suavemente condimentada con jengibre y comino. Aunque el khichdi puede prepararse en casa, las variedades regionales se sirven en los puestos callejeros de todo el país.
21. Kyet thar see-pyan (curry de pollo birmano)

Situada entre India, China y Tailandia, Myanmar (antes Birmania) es una encrucijada culinaria, y ese crisol de influencias se hace evidente en los deliciosos curris que se comen aquí. El enorme río Irawadi también deja su huella. El curry de pollo birmano por excelencia obtiene sus complejas notas saladas de la salsa de pescado y, normalmente, de una pizca de ngapi, una pasta hecha de pescado machacado y fermentado.
20. Amok trey

El plato nacional de Camboya consiste en pescado fresco de la zona cubierto con un curry de coco picante, envuelto en hojas de plátano y cocido al vapor. Los visitantes de la capital, Phnom Penn, pueden disfrutar de este plato, que se atribuye a la población jemer de la región, en muchos hoteles y restaurantes de lujo. Sin embargo, para degustarlo de verdad, hay que dirigirse a uno de los bulliciosos mercados nocturnos de la ciudad, donde el amok se cocina al momento y puede contener carne de vaca, pollo, pescado o incluso caracoles.
19. Jalfrezi

Si coges los chisporroteantes salteados de Asia oriental y las salsas espesas y picantes del subcontinente indio, ¿y qué obtienes? Jalfrezi, el popular plato bengalí que gusta en todo el mundo. En este plato, los pimientos verdes, los chiles verdes y las cebollas se sofríen en una sartén abrasadoramente caliente, lo que da al curry un hermoso sabor ahumado y un calor feroz.
18. Khao soi

Si has visitado la montañosa provincia septentrional tailandesa de Chiang Mai, sabrás exactamente por qué esta sopa picante de fideos figura entre los mejores curris del mundo. Las chalotas dulces, la cúrcuma fresca, la hierba limón, la guindilla, el cardamomo negro ahumado y las semillas de cilantro se machacan con jengibre para hacer una pasta de curry deliciosamente aromática. Aunque los pasos siguientes varían según el lugar de Tailandia en que te encuentres, en Chiang Mai, esta sopa de curry con coco se sirve con fideos de huevo (tanto hervidos como fritos), más chalotas, lima y aceite de guindilla, y a menudo se adorna con cilantro.
17. Pollo balti

Mientras que la mayoría de los curris se benefician de una cocción lenta a fuego lento, el balti es un animal completamente distinto. Las familias que se trasladaron a Birmingham (Inglaterra) en la década de los setenta le dieron una nueva vida fuera del sur de Asia. Es probable que este plato picante reciba su nombre del plato delgadísimo en el que se cocina y se sirve, que se conoce como cuenco balti. Los y las chefs primero sofríen a fuego vivo especias, cebollas y pequeños dados de carne, antes de añadir hierbas frescas y una rica salsa de tomate.
16. Vindaloo

¿Sabías que este plato básico del curry británico nació en los barriles de madera de los mercaderes portugueses? Los cocineros del estado costero indio de Goa crearon sus propias versiones de la carne vinha d’alhos de los marineros, que marinaban la carne en vino y ajo para conservarla durante largos viajes. En un guiño a las influencias culinarias portuguesas que se arraigaron en la región, el auténtico vindalho de Goa sigue utilizando un adobo avinagrado: una buena versión de curry house debe ser picante, especiada y llena de sabor fuerte y ácido.
15. Curry de cabeza de pescado

A menudo, los mejores curris se convierten en estrellas de los retales que cobran vida propia cuando se cocinan a fuego lento. Este emblemático plato singapurense es un buen ejemplo de ello. Cuenta la leyenda que un chef de Kerala que vivía en Singapur tuvo la idea de introducir especias en la cazuela de cabezas de pescado que tanto gustaba a su clientela china. El resultado fue un plato sensacional que ha resistido el paso del tiempo: cabeza de pargo guisada en un caldo picante de tamarindo que luego se espesa con tomate y coco.
14. Nihari

Este estofado de carne picante y agrio demuestra que los mejores platos pueden dar mucho de sí. Se cree que se originó en las cocinas reales del siglo XVIII del imperio mogol, en lo que hoy es Uttar Pradesh (India), y la receta se transportó al recién creado Pakistán durante la partición religiosa del subcontinente indio en 1947. Hoy en día, se considera un plato nacional (junto con el khichdi, número 22 de nuestra lista) y se prepara con diferentes cortes de carne, como ternera, cordero, carnero, pollo y cabra, a los que a menudo se añaden sesos, tuétano y lengua.
13. Malai kofta

Este plato tradicional, originario del norte de la India y que se cree que inventaron los cocineros del Imperio mogol, consiste en albóndigas fritas de queso (paneer) y patata (o kofta) cocidas a fuego lento en una salsa rica y cremosa (malai se traduce como nata). Este delicioso curry vegetariano suele prepararse en un recipiente de cocina tradicional indio conocido como kadai, de ahí su nombre alternativo, kadai kofta. Suele servirse con más paneer o yogur y un poco de cilantro picado.
12. Dopiaza

Nunca es fácil desentrañar los orígenes de las recetas antiguas, y la dopiaza ha adoptado diversas formas desde su creación en Jorasán, que ahora forma parte de los actuales Afganistán e Irán. La versión iraní de este curry puede incluir gambas y patatas, mientras que las dopiazas indias suelen tener una nota fuerte y ácida, gracias a los mangos crudos o zumo de cítricos. Lo que ambos tienen en común es la elevada proporción de cebollas (la traducción persa del plato es “dos cebollas”), que se caramelizan para hacer la base del curry y también se esparcen por encima del plato terminado.
11. Sarawak laksa

La sopa de fideos picantes más famosa de Malasia es una encarnación comestible de las civilizaciones que han dejado su huella en este crisol de una nación comercial. Hay numerosas interpretaciones del laksa, pero suele servirse con una base de sopa cremosa y especiada con algún tipo de fideo. El estado selvático oriental de Sarawak produce un laksa inolvidablemente complejo y ácido, que mezcla aromas y especias locales con fideos vermicelli de arroz, gambas, tortilla desmenuzada y pollo.
10. Kaeng pa

Este ardiente plato no es para los débiles de corazón, pero dicen que trae suerte a quienes se atrevan a comer un auténtico curry de la selva tailandesa. Este curry caldoso, originario de las zonas boscosas del norte del país, tiene un increíble y distintivo sabor tailandés y está repleto de sabores y texturas diferentes: hojas de lima, galangal, hierba limón, brotes de bambú y guindillas verdes feroces incluidas. Tradicionalmente se hacía con jabalí, pero hoy en día suele prepararse con pollo, cerdo o pescado blanco firme.
9. Katsu kare

El icónico trío japonés de tonkatsu (crujiente chuleta de cerdo o pollo frita), esponjoso arroz blanco y suave salsa de curry se ha extendido por todo el mundo. La salsa de color cúrcuma es la mezcla cultural definitiva: a un caldo de verduras endulzado con fruta y espesado con un roux harinoso se le añade una mezcla de masala anglicista, introducida por los marineros británicos del siglo XIX que venían de la India, para hacer un curry único en Japón. Los amantes de este plato todavía pueden visitar Ginza Swiss, el restaurante tradicional de Tokio al que se atribuye haber servido el primer curry katsu en 1948.
8. Kaeng khiao wan

Todo el mundo sabe que, al comer un curry verde tailandés bien hecho, puede esperar una explosión de sabor complejo. Este plato se ha convertido en el escaparate por excelencia de la cocina picante, ácida, dulce y salada de Tailandia. Su atractivo color procede de los chiles verdes abrasadores que se machacan en una pasta fragante junto con lima, ajo y cilantro, mientras que la leche de coco y el azúcar de palma aportan dulzor.
7. Dal makhani

Hay, por supuesto, numerosos platos a base de dal (lentejas) que se comen a diario en todo el subcontinente indio, pero el dal makhani, sensiblemente especiado y sin complejos, no tiene rival. Originario de Delhi y hecho con lentejas secas urad dal (lentejas negras), el suave calor y el picante del dal makhani son cortesía del chile en polvo y el garam masala cuidadosamente añadidos. Por otro lado, las hojas de fenogreco suelen aportar una nota distintiva y ahumada. Este lujoso plato es famoso por su alto contenido en ghee y nata, y sabe mucho mejor por ello.
6. Pollo tikka masala

Ahora es el turno del pollo tikka masala, que consiste en tiernos trozos de pollo marinado y asado a la parrilla servidos en una salsa de tomate espesa y cremosa, suavemente especiada, rica en ajo y jengibre. Se cree que este plato específico se inventó en el restaurante Shish Mahal de Glasgow (Escocia) a principios de los años setenta. Cuenta la leyenda que, después de que un cliente se quejara de que su pollo tikka estaba demasiado seco, el chef-propietario Ali Ahmed Aslam respondió vertiendo una lata de sopa de tomate sobre dicho pollo.
5. Panang

Inconfundible tanto por su sabor como por su aspecto, este curry tailandés rojo brillante tiene una textura espesa y un seductor sabor dulce y salado. Aunque la base es una vibrante pasta de especias con hierba limón, cilantro, pasta de gambas, galanga y otros aromáticos, es la adición de cacahuetes lo que realmente confiere a este curry su sabor y textura únicos. Se añade leche de coco a la pasta para crear una rica salsa, en la que se cuecen a fuego lento trozos de ternera, pollo, pato o cerdo. El resultado es, como atestiguarán los expertos en curry, nada menos que sensacional.
4. Rendang

Se atribuye al pueblo minangkabau de la provincia indonesia de Sumatra Occidental la creación de este delicioso curry de ternera de fama mundial. El plato exacto cambia según el lugar de la península malaya en que te encuentres, pero tradicionalmente incluye carne tierna, coco tostado y una rica pasta de especias, que se desarrolla durante horas de cocción lenta a fuego lento. El rendang se sirve en todo el sudeste asiático. En Kuala Lumpur, en particular, encontrarás versiones exquisitas para todos los bolsillos, desde restaurantes con estrellas Michelin hasta puestos de comida callejera.
3. Rogan josh

Cachemira, la región montañosa del norte de la India, suele considerarse la cuna de este aromático curry, cuyo nombre deriva de dos palabras: rogan, que significa ghee, y josh, que alude a la pasión o el calor. El rogan josh es adorado en todo el mundo por una buena razón: se guisan trozos de cordero o carnero en una rica salsa hecha con cebollas marrones, guindillas de Cachemira molidas (que dan al curry su vibrante color y suave picante), ajo, jengibre, hierbas y yogur rico y cremoso, hasta que la carne esté tierna y la salsa espesa, sabrosa y aromática.
2. Massaman

Sin duda distinto de otros curris tailandeses, el massaman es lo más de lo más de los platos de fusión. Este curry aromático y suavemente especiado combina varias influencias culinarias: el propio nombre procede de la palabra “musulmán” en persa. Aunque la base cremosa de leche de coco sitúa los orígenes del massaman en Tailandia, hay claras influencias indias y malayas en las aromáticas especias tostadas que resultan tan integrales en el plato. Resplandeciente de sabores y texturas complejas, incluidas las tiernas patatas y los gruesos cortes de carne, es un curry verdaderamente excepcional.
1. Murgh makhani

Este curry rico en mantequilla y tomate, también conocido como pollo a la mantequilla, es adorado en todo el mundo. Existe un debate permanente sobre sus orígenes, aunque se suelen atribuir a los cocineros del restaurante Moti Mahal (que originalmente estaba en Peshawar, actual Pakistán, y más tarde se trasladó a Delhi). Tuvieron la genial idea de cocer el pollo cocido a fuego lento sobrante en nata, mantequilla y varias masalas de especias, para evitar que la carne se secara. Había nacido un grande de la cocina y aún puedes probar el plato original en las sucursales de Moti Mahal en India y Nueva York.
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