¿Quieres servir algo sabroso para cenar, pero no tienes horas libres para cocinar un plato complejo? Nuestra colección de comidas de 30 minutos está aquí para salvarte el día. Desde sabrosos platos de pasta hasta platos al horno que solo requieren una bandeja, filetes sencillos, ensaladas sustanciosas y sopas relajantes, puedes preparar todas estas comidas en menos de media hora, lo que significa que son absolutamente perfectas para cenas entre semana y almuerzos de última hora.

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Adaptado al español por María J. Arabia, Editora de sindicación en Español para loveFOOD.

Para una comida relajada para dos o tres personas, corta las pittas (una o dos por persona) en triángulos, rocíalas con aceite de oliva, salpimiéntalas y cuécelas en el horno caliente de cinco a ocho minutos, hasta que estén crujientes y doradas. Mientras tanto, pon una sartén seca a fuego medio-alto, añade un paquete de carne picada de cordero de tamaño estándar y cocínala hasta que esté crujiente. Sazona generosamente. Coloca los chips de pitta en un plato o fuente grande y pon encima el cordero (también puedes usar carne de res). Añade rodajas de pepino, tomate y cebolla roja, esparce abundante queso feta desmenuzado y termina con un chorrito de aceite de oliva y jugo de limón.

Este plato que todo el mundo va a amar y no requiere esfuerzo. Para cuatro personas, fríe seis muslos de pollo deshuesados y sin piel cortados en dados en un poco de aceite hasta que se doren por todos lados. Añade dos dientes de ajo machacados y 1 cucharada de jengibre rallado, y cocina durante un minuto más o menos. Añade 3 cucharadas de miel líquida, 2 cucharadas de salsa de soja, 1 cucharada de vinagre de vino de arroz y unos 100 ml de agua. Remuévelo bien, llévalo a ebullición y cuécelo durante dos o tres minutos más, hasta que el pollo esté bien cubierto por la salsa pegajosa y cocido por completo. Espolvorea con semillas de sésamo y sírvelo con verduras al vapor y arroz o fideos.

Es muy fácil transformar unas varitas de pescado congelado en algo un poco más especial. Mientras cocinas los palitos de pescado según las instrucciones del paquete, prepara una salsa tártara rápida mezclando alcaparras, pepinillos picados y zumo de limón con mayonesa de buena calidad. Coloca lechuga crujiente dentro de panecillos crujientes o sobre masa madre tostada, añade los palitos de pescado y vierte la salsa tártara. Une los panes y sírvelos con ketchup y gajos de limón aparte, si quieres.

Para preparar una pizza rápida, deliciosa y agradable para todos, extiende la masa de pizza ya preparada sobre una bandeja de horno forrada con papel de hornear. Úntala con queso crema o queso de cabra y, a continuación, coloca por encima cebollas rojas y calabaza en rodajas finas. Rocía generosamente con aceite de oliva, salpimienta y esparce romero. Hornea a 246°C (475°F) durante 15 minutos, hasta que la calabaza esté tierna y la corteza dorada. Acaba con un poco de queso feta desmenuzado.

Las sobras de pollo asado son geniales cuando quieres tener una comida en la mesa, pronto. Para los días en los que quieres algo reconfortante (y para hacer caldo suficiente para dos personas), pon una cacerola con un chorrito de aceite de oliva a fuego medio-alto. Añade a la sartén un par de puñados de champiñones laminados y cinco cebolletas cortadas en rodajas, y cuécelos durante tres o cuatro minutos. Reduce ligeramente el fuego y añade dos dientes de ajo machacados. Cocina durante un minuto más o menos y vierte 700 ml de caldo de pollo de buena calidad (unos 0,7 litros). Deja que se caliente, reparte en cuencos y cubre con perejil o cilantro picado.

Haz este sencillo plato una vez y volverás a él una y otra vez. Para servir a dos, cocina un par de filetes a tu gusto. Mientras la carne reposa, bate 1 cucharada de azúcar y 5 cucharadas de salsa de soja, mirin y sake en una cacerola pequeña a fuego medio-alto. Lleva a ebullición, reduce el fuego y cuece a fuego lento durante 2 minutos antes de reservar. Rocía un manojo de espárragos con aceite, sazónalos con sal y pimienta y cocínalos en una sartén plancha caliente durante dos o tres minutos, hasta que estén ligeramente carbonizados. Reparte los espárragos y el filete en rodajas en los platos, rociando con los jugos de la carne. Vierte la salsa teriyaki sobre el filete y sírvelo.

Este desayuno sabe tan bien por la noche como por la mañana, y se prepara en solo cinco minutos. Para hacer suficiente para dos, sofríe cuatro dientes de ajo picados y un chile rojo picado fino en una cacerola pesada hasta que se ablanden. Añade una lata de 400 g de tomate, una cucharada de puré de tomate, un chorrito de vinagre de vino tinto y un puñadito de cilantro picado. Cuécelo a fuego medio de 8 a 10 minutos y sazónalo al gusto.

Mientras tanto, calienta una lata pequeña de frijoles refritos en un sartén y calienta dos tortillas, en una sartén seca o al fuego. Fríe dos huevos hasta que estén a tu gusto. Esparce una cucharada de frijol refrito sobre las tortillas, y añade encima cucharadas de la salsa de tomate. Termina cada tortilla con un huevo frito y, si quieres, espolvorea un poco de queso y cilantro para servir.

Este plato, que combina chorizo salado y crujiente y camarones frescos y jugosos en una rica salsa de tomate, es sencillamente sensacional. Para cuatro personas, trocea un chorizo de 250 g (9 oz) y cocínalo en una sartén a fuego medio hasta que esté crujiente. Añade a la sartén una pizca de copos de chile seco y 165 g (6 oz) de camarones crudos, y fríelas durante dos o tres minutos, hasta que las gambas se pongan rosadas. Añade un diente de ajo, cocina 30 segundos más y vierte 500 g (18 oz) de passata. Cuece la salsa a fuego lento de 8 a 10 minutos, hasta que espese. Mientras tanto, cuece 500 g (18 oz) de linguini siguiendo las instrucciones del envase. Mezcla la pasta con la salsa, removiendo para combinar. Esparce las hojas de albahaca para servir. 

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Una crepe salada y finísima es una cena fácil y rápida. Rellena tu crepe con un poco de queso de cabra blando, jamón, queso rallado y mermelada de higos (aunque también podrías utilizar una mermelada de cebollas caramelizadas). Agrega un poco de rúcula fresca sazonada con limón, sal y pimienta para darle un toque verde. 

Nada como un jugoso filete y una salsa clásica para acompañarlo. Para hacer salsa suficiente para cuatro, fríe una chalota picada fina, cinco dientes de ajo picados finos y 4 cucharadas de granos de pimienta verde en un poco de aceite hasta que se ablanden. Añade 3 cucharadas de brandy y cuece hasta que se reduzca a la mitad. Sazona, vierte 200 ml de caldo de carne y deja reducir a fuego medio. Sazona generosamente los filetes, cocínalos en una plancha caliente durante tres minutos por cada lado y déjalos reposar. Añade 200 ml de crema de leche a la salsa y deja que espese. Sirve los filetes reposados con su jugo y la salsa de pimienta en grano; una guarnición de brócoli asado y papas fritas y listo. ¡Provecho!

Si buscas una versión algo más ligera de la clásica salsa César, no puedes dejar de probar esta receta. Corta una hogaza pequeña de pan tipo chapata en trozos del tamaño de un bocado, mézclalos con aceite de oliva y un poco de ajo rallado, colócalos en una bandeja de horno y cuécelos durante 10 minutos en el horno a 177 °C (350 °F). En un bol pequeño, mezcla 2 cucharadas de crème fraiche, 1 cucharada de mayonesa, una pizca de salsa Worcestershire, un puñado de parmesano rallado, un chorrito de limón y cuatro anchoas en lata finamente picadas, así como un chorrito de aceite de la lata. Reparte las hojas de lechuga en cuencos y pon encima el aliño y los crutones; si quieres, puedes añadir un puñado de restos de pollo asado. Termina con abundante parmesano y pimienta negra.

Rápida, fácil de hacer y repleta de sabores picantes, esta receta requiere unos cuantos ingredientes, pero puede estar lista en menos de 30 minutos. Pon una cacerola grande de base pesada con 4 cucharadas de aceite de coco a fuego medio-alto, luego añade 1 cucharadita de granos de mostaza amarilla, seguida de ocho dientes de ajo cortados en láminas finas. Pela y corta en tiras un trozo de jengibre del tamaño de un pulgar y añádelo a la sartén junto con cuatro guindillas verdes (partidas por la mitad longitudinalmente) y 10 hojas de curry (mejor frescas, pero también secas). Cocina, removiendo, durante un minuto más o menos.

Añade a la sartén una chalota cortada en rodajas finas, cuécela durante 5 minutos y, a continuación, añade una pizca de chile en polvo, 1 cucharadita de cúrcuma y 1 cucharadita de curry en polvo de Madrás. Vierte 200 ml de caldo de pescado y cuécelo a fuego medio-alto, removiendo de vez en cuando, hasta que se reduzca ligeramente (unos 15 minutos). Añade 800 g (1,75 lb) de mejillones frescos lavados, enjuagados y escurridos, remueve bien y tapa. Cuece durante tres o cuatro minutos, hasta que los mejillones se hayan abierto; desecha los que permanezcan cerrados. Sazona con un toque de azúcar y sal antes de repartir en cuencos y terminar con cilantro picado.

No puedes equivocarte con una hamburguesa clásica con queso. Forma 600 g (1 lb 3 oz) de carne picada (unos 907 g) (con un contenido mínimo de grasa del 20%) en cuatro hamburguesas un poco más grandes que los panecillos que vayas a utilizar. Calienta una sartén a fuego fuerte. Salpimienta las hamburguesas y ponlas en la parrilla. Cocínalas durante uno o dos minutos, luego dales la vuelta y repite el proceso hasta que estén casi hechas. Al cabo de unos seis minutos, pon una loncha de queso encima de cada hamburguesa y cúbrelas con una tapa metálica (así se derretirá el queso). Cuando la temperatura interna sea de 140°F (unos 60°C), retira del fuego. Mete las hamburguesas en panecillos tostados y termina con los ingredientes y condimentos que prefieras.

En esta receta, las gambas dulces y carnosas combinan a la perfección con la salsa chermoula, fresca, picante y llena de hierbas, pero también funciona a la perfección con chimichurri. Mezcla 2 cucharadas de aceite de oliva y 2 cucharadas de salsa chermoula comprada en la tienda, y viértela sobre 16 gambas frescas, cubriéndolas bien. Cocínalas a la parrilla caliente durante unos 5 minutos, dándoles la vuelta a la mitad, hasta que las gambas estén bien hechas. Pon una sartén con un poco de aceite a fuego fuerte, añade dos limones partidos por la mitad y fríelos, con el corte hacia abajo, durante 30 segundos. Cuece 250 g de arroz negro según las instrucciones del envase y repártelo en los platos. Cubre con las gambas, sirviendo aparte los gajos de limón caramelizados.

Si no tienes tiempo de asar las papas en el horno durante casi una hora, simula el efecto asado cocinándolas en el microondas y terminándolas bajo el grill durante tres o cuatro minutos (la piel quedará crujiente). Sírvelas con los ingredientes que más te apetezcan: si quieres algo sencillo, con abundante mantequilla y queso Cheddar rallado, o si prefieres un relleno de atún con mayonesa, chili con carne o salmón ahumado y crema agria.

Cuando quieras comida reconfortante en un santiamén, esta receta es la ganadora. Para hacer macarrones con queso en el microondas para una persona, vierte 75 g de macarrones en una taza con 250 ml de agua fría. Cúbrelos con film transparente y pínchalos varias veces. Coloca la taza sobre un bol o una jarra y cuece a máxima potencia durante 2 minutos. Remueve bien, deja reposar un minuto y repite el proceso dos veces más, hasta que la pasta esté blanda e hinchada. Añade 2 cucharaditas de mantequilla y sal y pimienta, y cubre con un puñado de queso cheddar rallado. Cocina a máxima potencia durante un minuto más, remueve bien y sirve.

Para conseguir unas hamburguesas bien sabrosas, combina 200 g (5,6 cucharadas soperas) de chorizo cocido cortado en dados y 450 g (12,1 cucharadas soperas) de paletilla de cordero picada. Forma cuatro hamburguesas un poco más grandes que los panes de hamburguesa. Prepara la barbacoa o pon una sartén a fuego medio-alto. Prepara una salsa rápida combinando tres albaricoques frescos picados, una cebolla roja picada finamente, 1 cucharada de menta picada, un chorrito de limón y una pizca de azúcar, copos de chile, sal marina y pimienta negra. Cocina las hamburguesas durante 5 minutos por cada lado, hasta que estén carbonizadas por fuera y bien hechas. Sírvelas en panecillos de hamburguesa con salsa de albaricoque y mayonesa de ajo (si quieres).

Para hacer cuatro quesadillas, espolvorea unos 350 g (unos 0,4 litros) de pavo cocido desmenuzado con 1 cucharadita de comino, 1 cucharadita de pimentón y 1 cucharadita de tomillo seco. Pon una sartén con un toque de aceite de oliva a fuego medio, añade el pavo y caliéntalo bien. Unta cuatro tortillas de harina con cebolleta picada, maíz dulce en lata y el pavo, y pon encima queso rallado y rodajas de manzana. Unta otras cuatro tortillas con crème fraiche y colócalas encima de las tortillas rellenas, apretándolas bien. Pon una sartén con un poco de aceite a fuego medio-alto. Cocina las quesadillas, de una en una, durante cuatro o cinco minutos, luego dales la vuelta y fríelas durante dos o tres minutos más, hasta que estén crujientes.

Para preparar un festín de carne para cuatro, mezcla 450 g (unos 0,45 kg) de carne picada de vacuno (mínimo 20% de grasa) con media cebolla rallada, 0,5 cucharaditas de cada una de las especias pimienta de Jamaica y baharat, 1,5 cucharaditas de copos de pimienta de Alepo, 4 cucharadas de piñones tostados y dos dientes de ajo machacados. Sazona la mezcla y ensártala en brochetas planas. Cocínalas en la barbacoa o bajo la parrilla durante tres o cuatro minutos, hasta que estén carbonizadas y jugosas. Sírvelas con hummus, panes planos y cebollas rojas encurtidas (mezcla una cebolla roja cortada en rodajas finas con el zumo de un limón, una pizca de zumaque y sal, y un puñado de hojas de perejil finamente picadas).

He aquí una versión fácil de un clásico plato japonés de fideos. Para cuatro personas, cuece 250 g de fideos ramen secos siguiendo las instrucciones del envase. Sofríe una cebolla cortada en aceite de girasol durante unos cinco minutos, luego añade 200 g (7 oz) de panceta de cerdo cocida cortada en lonchas finas a la sartén y fríela durante dos minutos. Añade las hojas picadas de una col blanca, cocina un minuto más y reserva la mezcla. Limpia la sartén y vuelve a ponerla a fuego medio-alto con 2 cucharadas de aceite de girasol. Cuando esté caliente, añade los fideos escurridos, removiendo bien. Cuando los fideos estén brillantes, devuelve la mezcla de cerdo a la sartén. Añade 1,5 cucharadas de salsa de ostras y 1 cucharadita de salsa de pescado, mezcla bien y reparte la mezcla de fideos en los platos. Ponles un huevo frito por encima y sírvelos.

Haz que un poco de pescado dé para mucho con estos pasteles de pescado tailandeses especiados. Para cuatro personas, trocea 200 g (unos 196,9 gramos) de pescado blanco sostenible (como abadejo, pescadilla o rubio), colócalo en una batidora junto con 3 cucharadas de pasta de curry verde tailandés y tritúralo hasta obtener una pasta homogénea. Añade 4 cucharadas de pan rallado y forma ocho bolas con la mezcla. Deja enfriar en el frigorífico de 5 a 10 minutos. Presiona cada bolita para aplanarla y pon una sartén con un buen chorro de aceite a fuego medio. Añade los pastelitos de pescado a la sartén y cocínalos de dos a tres minutos por cada lado, hasta que estén dorados. Sírvelos con rodajas de pepino, arroz blanco y salsa de chile dulce.

No te creerás que este plato chino de cerdo crujiente y que se deshace en la boca puede hacerse en menos de 30 minutos. Si quieres un auténtico manjar para dos, pon 300 g de panceta de cerdo en una cazuela con una cucharada de vino de arroz, un trocito de jengibre cortado en rodajas y dos cebolletas cortadas en rodajas. Cúbrela con agua y cuécela durante 12 minutos, luego escúrrela y déjala enfriar. Corta la panceta de cerdo en rodajas finas, sazónalas con pimienta de Sichuan molida y espolvoréalas con harina de maíz. Pon un wok con 200 ml de aceite de cacahuete a fuego fuerte y cocina hasta que un trozo de pan se dore en 15 segundos.

Añade las lonchas de cerdo a la sartén y cuécelas 3 minutos (o hasta que se doren). Pásalas a papel de cocina. Escurre el aceite, reservándolo para otro día, y vuelve a poner la sartén al fuego. Cuece un puñadito de jengibre cortado en rodajas en un chorrito de aceite durante unos segundos y, a continuación, añade 1 cucharadita de pasta de frijoles, 1 cucharada de vino de arroz, 1 cucharadita de salsa de soja oscura y clara y otra de aceite de chile, y una pizca de azúcar. Sofríe unos minutos y vuelve a poner el cerdo en la sartén junto con un pimiento rojo cortado en rodajas y sin semillas, 100 g de maíz tierno (cortado por la mitad a lo largo) y 75 g de guisantes. Cuece durante 2 minutos, hasta que las verduras estén al dente. Sírvelas inmediatamente.

Para obtener una comida realmente sabrosa -piensa en falafel crujiente, salsa cremosa, ensalada crujiente y pepinillos picantes-, pon una lata normal de garbanzos (normalmente unos 255 g una vez escurridos) en una batidora con dos dientes de ajo, un puñado de hojas y tallos de cilantro, 3 cucharadas de harina de gram y 1 cucharadita de comino molido, otra de cilantro y otra de pimienta de Alepo. Tritura hasta que quede bastante suave. Forma ocho croquetas con la mezcla y pon una sartén a fuego medio con un buen chorro de aceite de girasol. Añade las croquetas y cocínalas durante tres minutos por cada lado. Sírvelas en pan pitta caliente con lechuga, perejil, pepinillos, un chorrito de tahini y un poco de salsa de chile.

Para una cena rápida para cuatro que se puede cocinar en la barbacoa o bajo la parrilla, mezcla 0,5 cucharaditas de pimentón y cilantro con 1 cucharadita de comino, orégano seco y cúrcuma. Añade dos dientes de ajo picados y 3 cucharadas de aceite de oliva. Rocía la mezcla sobre 800 g (1,65 libras) de camarones crudos. Ensarta los camarones en las brochetas y cocínalas en la barbacoa o bajo la parrilla durante unos dos minutos por cada lado. Saca las gambas de las brochetas, ponlas en tortillas calientes y cúbrelas con tu salsa favorita: una mezcla de dados de fresas, aguacate, cebolla roja y limón quedaría especialmente bien.

Este robusto plato de verduras bien merece la categoría de plato principal. Prepara un aliño combinando 4 cucharadas de tahini con 3 cucharadas de jugo de limón, 2 cucharadas de aceite de oliva y agua, y dos dientes de ajo machacados. Rocía 200 g (unas 7 onzas) de tomates cherry cortados por la mitad con aceite, sazónalos y ásalos en el horno caliente durante 15 minutos. Corta tres aguacates en cuartos y cocínalos en una sartén caliente durante dos minutos, hasta que estén carbonizados. Retíralos de la sartén y asa 15 zanahorias baby en la misma sartén hasta que aparezcan marcas de carbonización. Cuece 450 g (16 onzas aproximadamente) de arroz salvaje siguiendo las instrucciones del envase y, a continuación, añade un puñado de albahaca picada. Añade los tomates, el aguacate, las zanahorias y unas semillas de sésamo, vierte el aliño, mezcla bien y sirve.

Para una comida de lujo para cuatro, pon una sartén de base gruesa con un poco de aceite de oliva a fuego medio. Añade una guindilla roja finamente picada y dos dientes de ajo machacados, y sofríe durante dos o tres minutos, hasta que se ablanden. Añade 80 g (unas 2,8 onzas) de carne de cangrejo marrón y 300 ml (unos 325 ml) de caldo de pescado, y llévalo a ebullición. Reduce a fuego lento y cocina de 5 a 10 minutos, o hasta que espese hasta formar una salsa. Cuece 400 g (14,1 onzas aproximadamente) de espaguetis según las instrucciones del envase, escúrrelos y reserva un poco del agua de cocción de la pasta. Añade los espaguetis a la salsa. Mézclalos bien para cubrirlos, añadiendo un poco del agua reservada si la mezcla parece demasiado seca. Sazona bien, espolvorea con ralladura de limón e incorpora 160 g (unas 5,6 onzas) de carne de cangrejo blanco.

Esta saludable frittata quedaría fantástica con una ensalada verde. Calienta un chorrito de aceite de oliva y un poco de mantequilla en una sartén de 20 cm. Cuando esté caliente, añade 150 g de papas cocidas y cortadas en rodajas (unos 141,8 gramos). Fríe durante dos o tres minutos, dándoles la vuelta de vez en cuando. Añade dos calabacines cortados en rodajas, fríelos unos minutos más y añade un puñado de judías verdes escaldadas. Bate cinco huevos, sazónalos y viértelos en la sartén. Desmenuza por encima un trocito de queso de cabra blando. Cuece unos minutos, hasta que la frittata esté bien cuajada por abajo. Termina la cocción de la frittata bajo una parrilla caliente: la parte superior debe estar apenas cuajada, con un ligero color dorado.

Para hacer una comida indulgente para uno, saltea 100 g de espinacas (unos 85 g) en un cazo y luego exprímelas para eliminar el exceso de líquido. Resérvalas. Derrite una cucharadita de mantequilla en la misma sartén, añade un diente de ajo machacado y cocina durante 30 segundos. Añade 2 cucharaditas de crème fraiche, incorpora las espinacas escurridas y sazona bien. Derrite 2 cucharaditas de mantequilla en una sartén a fuego fuerte. Cuando esté espumosa, añade una rebanada de masa madre sin mantequilla, úntala con la mezcla cremosa de espinacas y espolvorea con un puñadito de queso rallado. Coloca encima otra rebanada de masa madre y cocínala de tres a cuatro minutos por cada lado. Añade un poco más de queso rallado y coloca el croque madame bajo el grill para que se derrita. Sírvelo con un huevo frito.

La salsa amatriciana es una mezcla fácil y rápida de tomate y panceta salada. Para hacer suficiente para cuatro, cuece cuatro lonchas de panceta en dados en una sartén seca hasta que estén crujientes (unos cinco minutos). Escurre la mayor parte de la grasa de la sartén, luego añade una cebolla picada y cuécela durante tres minutos. Añade un diente de ajo machacado y una pizca de copos de chile. Después de 30 segundos, vierte dos latas de 400 g de tomates pelados (unos 800 g) y cuece a fuego lento durante 10 minutos, rompiendo los tomates con una cuchara. Mientras tanto, cuece 400 g de pasta rigatoni según las instrucciones del envase (unos 800 g). Añade un puñado de albahaca y perejil picados a la salsa de tomate y mézclalo con la pasta cocida. Sírvelo con parmesano rallado.

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Última actualización por Emily Shardlow-Price.