Desde una prensa para galletas hasta novedosas teteras, es probable que recuerdes un montón de cosas de la cocina de tu abuela. Ofrecen una fascinante visión del pasado, las cocinas son cofres del tesoro de la nostalgia y están llenas de objetos que se han guardado con cariño durante años.

Haz clic o desplázate y echemos un vistazo para ver cuántos de estos objetos retro reconoces...

Adaptado al español por Rocío Durán Hermosilla, Redactora en Español para loveFOOD.

Aunque es raro encontrar una centrifugadora de ensalada en una cocina moderna, ésta es una pieza de kit anticuado que nunca ha sido superada.

Con un simple giro del dial de la tapa, toda la lechuga húmeda y las verduras lavadas giran a una velocidad alarmante y la fuerza centrífuga les quita el agua. Salen limpias, secas y crujientes, listas para aliñar.

Puede parecer un antiguo aparato de tortura, pero este sencillo utensilio de cocina se utilizaba para separar los rizos de mantequilla de un bloque duro. Así se ablandaba la mantequilla y además quedaban preciosas apiladas en un cuenco sobre la mesa del desayuno.

Ningún cocinero de la generación de nuestros abuelos consideraría que su cocina está completa sin un tamizador de harina para espolvorear rápidamente las encimeras antes de extender la masa o amasar.

Puede parecer una pieza de equipamiento de la que puedes prescindir -y eso es innegablemente cierto-, pero pregunta a cualquier pastelero o panadero y te dirá que para una cobertura consistente y un desperdicio mínimo, estos tamizadores de harina valen su precio.

Antes de los días de los aparatos de cocina, los espiralizadores y los procesadores de alimentos multiherramienta, gran parte de la preparación de los platos se hacía manualmente.

Hacía falta algo de fuerza bruta para girar el mango de una picadora de encimera de cocina, descomponiendo los filetes de ternera en carne picada y la carne de cerdo en salchichas, y por eso la ventosa era esencial para mantenerla en su sitio.

Todas las abuelas tienen su propia receta para su postre favorito, desde pasteles hasta bizcochitos, pero ¿hay algo más típico de una película de Hollywood que una tarta de cerezas cubierta de celosía?

Este bonito cortador de celosía se enrolla simplemente a lo largo de la tapa de hojaldre y, mediante una genial obra de ingeniería, crea un perfecto patrón entrecruzado.

Antes de la era de las balanzas digitales, los panaderos utilizaban estas balanzas manuales para medir los ingredientes. Venían con pesas que utilizabas en un lado para equilibrar la balanza con tus ingredientes en el otro.

Aunque las pesas clásicas no son habituales en la mayoría de las cocinas modernas, a algunos cocineros les sigue gustando usarlas por su encanto rústico.

El hervidor de pescado, que se cree que existe desde el siglo XVII, se utilizaba para escalfar pescado entero. Con su gran tamaño y peso, la mayoría de las cocinas ya han cambiado la marmita por una olla que ocupa menos espacio, pero era útil para cocer verduras al vapor junto al pescado sin que se deshiciera.

Aunque ya no es tan común, dado que las ollas de vapor se han convertido en la norma, puede que tu abuela aún tenga la suya por ahí.

Junto con los juegos de té a juego y la porcelana fina, esta herramienta clásica estaba reservada a los ricos durante el siglo XIX, cuando beber té era popularen países como Reino Unido. Antes de que se inventaran las bolsitas de té, los coladores de té eran un elemento básico para disfrutar del té de hojas sueltas durante la tarde.

Hoy en día, con las bolsitas de té y el auge de las teteras con colador incorporado, puede que solo veas la versión antigua en una merienda tradicional o sacada para ocasiones especiales.

Inventado a principios del siglo XX, la pista está en el nombre, este sencillo instrumento de cocina sirve para cortar limpiamente tus huevos duros en rodajas iguales. Perfecto para bocadillos, ensaladas o guarniciones, fue el favorito en muchos hogares durante los años 60 y 70 por su comodidad de uso.

Es probable que aún puedas encontrar un cortahuevos en algún cajón de la cocina y todavía están disponibles en tiendas de menaje del hogar.

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Para hacer galletas con un verdadero factor sorpresa, la prensa para galletas era un utensilio de repostería muy popular en los años 50 en algunos países, que se utilizaba para hacer los dulces navideños tradicionales escandinavos, conocidos como galletas Spritz. El nombre proviene del verbo alemán spritzen, que significa "chorrear", ya que la masa se echa a chorros y luego se empuja a través de la prensa para hacer bonitas formas.

Aunque ya no es un utensilio imprescindible para los panaderos, es posible que la prensa para galletas siga apareciendo en algunos hogares durante las fiestas navideñas.

Transmitida de generación en generación, la caja de recetas de tu abuela puede estar llena no solo de fichas manchadas y raídas, sino también de platos familiares secretos que, de otro modo, habrían caído en el olvido. Un cofre del tesoro de la historia, una caja de recetas se podía encontrar en casi todos los hogares del mundo.

Cuanto más tiempo pasa, estas joyas históricas se vuelven más preciosas que nunca...

Creadas hacia 1880, las mantequeras fueron en su día utensilios de cocina esenciales. Mientras que algunas ofrecían su propia cámara de hielo para enfriar la mantequilla, otras simplemente la mantenían a la temperatura perfecta para untarla. Las había de todas las formas, colores y materiales, y mucha gente recordará el diseño de cristal transparente que se colocaba en la mesa del desayuno con una tetera.

Hoy en día, este artículo de almacenamiento tradicional está volviendo a estar de moda, junto con la auténtica mantequilla. ¡Viva!

Estos protectores de alimentos servían para algo mucho antes de que el film transparente se popularizara en la década de 1950. Es probable que mucha gente recuerde haber visitado a sus abuelos y haber descubierto un pastel recién horneado cuidadosamente guardado bajo una sombrilla de alambre.

Ideales para mantener alejadas a las moscas, estas ingeniosas cubiertas reutilizables todavía se pueden encontrar adornando las mesas de cocina de muchos pasteleros caseros.

Antes de que nuestras cocinas se volvieran minimalistas y escandinavas, los cuadros decorativos de punto de cruz o bordados como éste estaban de moda.

El acompañamiento perfecto para una acogedora cocina de estilo granjero, el punto de aguja hecho a mano con un lema culinario apropiado ocupa un lugar de honor en la pared de la cocina de muchas abuelas.

Tal y como nos enseñaron las películas adolescentes, antiguamente una fiesta no estaba completa sin un cuenco de cristal tallado en el que servir el ponche y alguien que lo "saboteara". Normalmente complementados con delicados vasos a juego y un cucharón para servir, los cuencos decorativos para ponche fueron muy populares a partir de la década de 1950, cuando la socialización y las cenas en EEUU se convirtieron en la última moda.

Las paneras se inventaron a principios del siglo XX, cuando el pan de cada día venía envuelto en papel y tenía una vida útil más corta.

Fueron un artículo de menaje esencial hasta los años 90, cuando el pan empezó a producirse comercialmente con conservantes añadidos y envuelto en plástico.

Los propietarios no siempre han almacenado la fruta y la verdura en frigoríficos. En su lugar, colocaban sus productos perecederos en cestas escalonadas, que colgaban del techo o se elevaban desde un soporte que descansaba en el suelo o la encimera.

Es muy posible que veas un estante de almacenamiento en la cocina de tus abuelos, y hay una buena razón para mantenerlos en uso. Algunos tubérculos y frutas se conservan mucho mejor en un armario fresco y oscuro que en el frigorífico.

Hay dos tipos de abuela: la primera expone su vajilla en un gran armario, mientras que la otra coloca la suya en la pared. Sin embargo, los platos decorativos nunca se utilizaban, y solo servían como adorno de diseño interior.

Desde la vajilla Churchill hasta la loza Blue Willow, es probable que en casa de tus abuelos haya una extensa colección de porcelana muy pintada, que ocupa un lugar de honor en algún lugar de la cocina.

El rey Enrique VIII servía gelatina en sus banquetes de estado y los moldes de gelatina se fabrican desde mediados del siglo XVIII, así que no es de extrañar que tengan cierto poder de permanencia. A partir de la década de 1930, estos pesados moldes se convirtieron en populares utensilios de cocina, pero pasaron de moda con la llegada de la nouvelle cuisine.

Ahora algo obsoletos, puede que aún encuentres estos peculiares moldes en los armarios de tu abuela, y la cocinera televisiva Nigella Lawson es una fiel admiradora.

Tan anticuado que muchos millennials ni siquiera saben que existió, el rallador de patatas es un utensilio de cocina que te garantizamos que solo puedes encontrar en casa de tus abuelos. Antes del pasapurés metálico, el escurridor se utilizaba para convertir la humilde patata en finas rodajas, listas para la mesa.

Desde mediados de los años 40, el escurridor de patatas sigue siendo utilizado por los cocineros para conseguir un puré suave como la seda y por los abuelos que saben un par de cosas sobre cocina.

Diseñado para ocultar las antiestéticas tuberías y maximizar el espacio de almacenamiento, y popular en las cocinas retro de antaño, la cortina de fregadero fue en su día un atractivo elemento de diseño en muchas cocinas. Sin embargo, al cambiar los gustos y popularizarse los armarios modernos, cayeron rápidamente en desgracia.

Reservado ahora para espacios de inspiración retro o rural, este adorno de tela puede que siga in situ en casa de tu abuela y probablemente no haya cambiado desde que se colgó hace muchas décadas.

Mucho antes de que se inventaran los botes de conserva modernos, nuestro té, café, azúcar, galletas y harina se guardaban en algún tipo de tarro resellable. Estos botes a juego adornaban las encimeras de todo el mundo y solían hacer juego con los azulejos, los armarios e incluso el papel pintado de la cocina.

Estos simpáticos recipientes, ahora codiciados objetos de colección, pueden traerte buenos recuerdos.

Con una función decorativa y práctica a la vez, los manteles individuales no solo protegían las mesas de las marcas de calor, sino que también mejoraban la presentación general.

Recordamos cuando nos pedían que pusiéramos la mesa para cenar, sacábamos los salvamanteles y alineábamos los cubiertos a su alrededor. Hoy siguen siendo imprescindibles, e incluso el corcho está volviendo.

Nos encantan las casas de época. Pero, gracias a los cambios en las tendencias de interiorismo, los propietarios modernos ahora quieren cocinas elegantes y despojadas con acabados blancos, dejando atrás los azulejos muy estampados. Sin embargo, en los años 60 y 70, muchos optaban por azulejos vibrantes que lo cubrían todo, desde las paredes hasta el suelo.

Seguro que a muchas abuelas les sigue gustando la decoración de sus antiguas cocinas, ¡y a nosotros también!

Antiguamente, una comida no estaba completa sin una bandeja para condimentos. El lugar perfecto para decantar tus salsas favoritas, este menaje de mediados de siglo fue en su día el toque final de toda mesa de cena. También era perfecta para servir aperitivos como frutos secos.

Ya sea de madera, cristal o plástico, es probable que todas las abuelas del mundo sigan teniendo su bandeja original, y que la saquen en Navidad o en ocasiones especiales.

Las estanterías abiertas, una antigua tendencia de menaje del hogar que vuelve a estar de moda, han experimentado un cierto renacimiento en los últimos años, después de que la tendencia de diseño desapareciera durante décadas a cambio de cocinas elegantes y aerodinámicas. Sin embargo, es posible que muchas casas tradicionales sigan luciendo estanterías abiertas originales, en las que se pueden ver tarros de cristal con guisantes, legumbres y conservas a la vista, para que encontrar los ingredientes sea pan comido.

Pregúntale a tu abuela y puedes apostar a que hay una cantidad de alimentos secos almacenados para un día lluvioso.

Durante el siglo XVII, el té se hizo muy popular en toda Europa, pero fue la reina Victoria quien contribuyó a hacer de los juegos de servicio un complemento doméstico esencial. Gracias a la creciente moda del té por la tarde en Reino Unido, los juegos de té a juego ganaron popularidad, pasando de la cubertería de plata a la bonita cerámica floral y la delicada porcelana.

Los juegos de té, que aún adornan las mesas de las cocinas de muchas abuelas, son un artículo nostálgico que no podemos dejar de adorar.

Mucho antes de que apareciera la Thermomix y la batidora eléctrica, los cocineros batían sus pasteles utilizando batidoras manuales, una antigua herramienta de cocina llena de nostalgia que se ha perdido con la modernidad. La batidora de mano era un aparato sencillo, con dos varillas giratorias unidas a un mango, que ayudaban a batir cualquier mezcla.

Se cree que se inventaron en América en 1885, y fueron populares en los hogares hasta que las batidoras eléctricas empezaron a tomar las riendas. Como tantas máquinas sencillas, siguen funcionando perfectamente.

Sabemos lo que estás pensando: los libros de cocina siguen estando muy de moda hoy en día. Sin embargo, hay ciertos libros que solo encontrarás adornando las estanterías de la cocina de tu abuela.

Manoseados, marrones y descosidos, estos viejos libros de cocina están llenos de recetas clásicas, transmitidas de generación en generación por gente como Delia Smith y la Sra. Beeton. Muchas páginas estarán pegadas con masa para tartas o salsa de hace una década, pero eso solo añade encanto.

Ya sean de plata o de porcelana, las salseras se utilizan desde finales del siglo XVII. Estos recipientes para salsas eran el complemento perfecto para una mesa bien puesta, con un pitorro para verter la salsa y un plato a juego para recoger las gotas.

En otro tiempo, el colmo de la sofisticación, es probable que tus abuelos aún tengan en casa una bonita salsera, que hace su aparición durante las comidas de los domingos y las cenas de Navidad.

Estas teteras con formas divertidas a menudo se encontraban anunciadas en la contraportada de las revistas, y la variedad de formas y estilos parecía interminable: desde casitas de campo hasta máquinas de coser.

Pero eran los diseños de animales los que más fascinaban a los niños y, tenemos que admitirlo, siguen siendo geniales, ya sea adornando un aparador de cocina o un salón retro.

Los paños de cocina originales fueron muy populares en su día, un recuerdo esencial que se traía de cada viaje o excursión. Aunque los gustos modernos han cambiado y la gente se decanta por diseños limpios y estilizados, el deseo de tener paños de cocina de recuerdo no ha desaparecido del todo.

Seguro que en algunas casas aún se conservan estos artículos tan kitsch, y quizá la casa de tus abuelos sea una de ellas...

Antiguamente, las ventanas de casi todas las casas estaban adornadas con delicadas cortinas de encaje. Aunque eran muy prácticos, estos anticuados artículos para el hogar no eran precisamente atractivos.

Al añadir una capa extra de intimidad a las habitaciones de la planta baja, los visillos también permitían que la luz natural del sol inundara el interior, sin ningún resplandor desagradable. ¡Otro menaje retro muy práctico!

Estos platos de un solo apoyo llegaron a muchos hogares a finales del siglo XIX. A menudo se encontraban junto a un juego de porcelana decorativa, y solían estar llenos de dulces recién horneados.

Aunque hoy en día pocos hogares necesitan un soporte para tartas, apostamos a que sabes exactamente dónde acudir si alguna vez necesitas que te presten uno.

Por supuesto, si tenías un soporte para tartas, sin duda habrías tenido uno de éstos. Lamentablemente, a medida que la popularidad de las teteras y los juegos de té se fue desvaneciendo, también lo hizo la necesidad de una tetera y una tisanera.

Cuando las teteras eléctricas se popularizaron a mediados de la década de 1950, la gente dejó de considerar necesarios estos juegos de té y cayeron en el olvido junto con sus extravagantes fundas de punto. Sin embargo, si alguna vez sientes la necesidad de celebrar una fiesta del té tradicional, estamos seguros de que tus abuelos tienen uno preparado.

En una época en la que Alexa y Siri aún no existían, los cocineros tenían que conformarse con un buen temporizador de cocina a la antigua usanza. Ya fuera un reloj de arena o un temporizador manual que sonaba hasta el final, estos humildes dispositivos permitían conseguir el huevo cocido perfecto.

A medida que los hornos con alarmas incorporadas se convirtieron en la norma, la gente dejó de necesitarlos, pero creemos que descubrirás que el método analógico es el mejor cuando se trata de cocinar huevos.

La primera olla a presión se inventó en 1679 y se convirtió en un electrodoméstico popular durante la Segunda Guerra Mundial. Son fantásticas para cocinar cortes de carne más baratos y ayudan a reducir la factura de la luz. Estas ollas selladas no dejan escapar el vapor por debajo de una presión fija, simulando el estofado o la cocción a fuego lento, pero en mucho menos tiempo.

Las ollas de cocción lenta modernas y Thermomix libran a los hogares de estos ingeniosos aparatos, pero suponemos que tu abuela aún puede tener uno.

Tan arcaico como los tamizadores de harina y los juegos de fondue, el separador de huevos fue en su día un instrumento de cocina esencial. El primero estaba hecho de hojalata y permitía a los cocineros separar la clara de la yema con facilidad. Antes, había que usar las manos para hacerlo, por lo que los separadores de huevos se consideraban el culmen de la tecnología moderna.

Hoy en día son cosa del pasado, pero todavía se pueden encontrar estos insólitos aparatos escondidos en los cajones de las cocinas de los panaderos comprometidos...

En los tiempos en que tu frigorífico no podía picar hielo mágicamente con solo pulsar un botón, este práctico aparato era lo mejor que podías conseguir. Ideal para preparar cócteles, el triturador de hielo manual era un utensilio de cocina de mediados de siglo, utilizado sobre todo en pequeñas cenas y bares.

Con sus capacidades de un cubito cada vez, pocos hogares tendrán aún la trituradora de la vieja escuela, lo que las convierte en una auténtica joya para los aficionados a lo vintage.

Desde 1915, Pyrex ha sido una gran marca de artículos para el hogar. Ofreciéndonos de todo, desde cajas de almacenaje reutilizables hasta platos resistentes al horno y jarras medidoras resistentes al calor, los productos Pyrex pueden encontrarse en muchos hogares hasta el día de hoy.

Las cacerolas decorativas de Pyrex, cuya popularidad aumentó en los años 50, han caído un poco en desgracia entre los propietarios modernos. Sin embargo, si vas a casa de la abuela, es posible que encuentres una colección única de vajillas, esperando a que las llenes de guiso.

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