Algunos platos de restaurante son tan legendarios que los amantes de la comida viajan por todo el mundo para encontrarlos. Y no estamos hablando solo de comida cara y de alto nivel. Algunos de los mejores platos del mundo se sirven en lugares humildes que, de otro modo, pasarías por alto.

Aquí te revelamos los increíbles platos de restaurante que deberían estar en la lista de deseos de todo el mundo, desde comidas únicas en la vida en restaurantes caros hasta platos de culto de comida rápida.

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Hemos basado nuestra clasificación en la popularidad duradera de cada plato en su lugar de origen y fuera de él, y en las opiniones de nuestro equipo, que ha viajado mucho (y se ha alimentado bien). La lista es inevitablemente subjetiva.

Adaptado al español por Alba Mora Antoja, Redactora en Español para loveFOOD.

La familia Moran ha regentado este legendario lugar de marisco durante siete generaciones que abarcan más de 250 años. No hay mejor lugar para degustar el sensacional marisco de Irlanda. Ubicado en una acogedora cabaña con techo de paja en el río Kilcolgan, Moran's es el lugar ideal para darse un festín con las magallanas gigas más frescas, famosas por su sabor suave y salobre. Pídelas en su media concha si te gustan directamente, aunque también las hay a la plancha con pan rallado con ajo. Asegúrate de pedir un trozo de pan de soda casero con mantequilla irlandesa, y una pinta de Guinness, naturalmente.

Los macarrones con queso originales, Älplermagronen (o macarrones alpinos), son un plato de la región alpina de Suiza, compuesto de pasta, patatas y cebollas, unidos en una rica salsa de nata y queso. Si quieres vivir una auténtica aventura alpina, dirígete a Alpgschwänd, una idílica granja de montaña a la que solo se puede acceder en telecabina (a menos que seas un montañero experto, claro.) Los lugareños dicen que, en este remoto lugar, se prepara la mejor versión de este festín de carbohidratos. Las impresionantes vistas son el colofón.

Deliciosamente crujiente por fuera, húmedo y jugoso por dentro, el pollo a la brasa es uno de los platos nacionales más queridos de Perú. Para prepararlo, se adoba un pollo entero con una sabrosa mezcla de especias y hierbas, y luego se cocina lentamente en un asador, ya sea al fuego o en el horno. Lima está llena de cadenas de pollos asados, pero Pardos es el lugar al que acudir para probar el plato en su máxima expresión. Fundada en 1986, la cadena tiene sucursales por todo Perú, y ha acumulado fieles seguidores por su sabrosísimo pollo y sus salsas caseras.

No te desanimes por el nombre: los bichos de la bahía de Moreton son en realidad langostas de cabeza plana o patrón, que deben su nombre a una bahía de Brisbane, Queensland. Tienen un sabor más fuerte que otras variedades de langosta y son la pieza central de uno de los platos de restaurante más emblemáticos de Melbourne: los espaguetis de bicho de Moreton Bay, que se sirven en el restaurante italiano Il Bacaro. El plato, sencillo pero sensacional, consiste en jugosa langosta, delicados spaghettini caseros, ajo, chile y rúcula. Lleva un cuarto de siglo en el menú, así que sabes que es algo especial.

Se podría decir que la contribución de Oklahoma al salón de la fama de las hamburguesas es la hamburguesa aplastada original. Para preparar esta comida rápida de la era de la Depresión, se aplasta una buena ración de cebollas perfectamente caramelizadas y crujientes en un lado de una jugosa hamburguesa de ternera, y luego se cubre con queso fundido. Parece sencillo, pero es una de las especialidades más queridas de Estados Unidos, copiada por hamburgueserías de todo el mundo. Para probar la mejor, dirígete al Sid's Diner de El Reno, un lugar histórico que lleva más de 50 años sirviendo este manjar.

Prima menos conocida de la pizza napolitana, la pizza frita es una legendaria comida callejera italiana cuyos humildes orígenes se remontan a la Segunda Guerra Mundial, cuando la gente no tenía fácil acceso a los hornos de pizza. Consiste en una masa especialmente ligera y esponjosa que se rellena con los ingredientes clásicos de la pizza, y luego se fríe cuidadosamente en aceite caliente hasta que queda dorada, hinchada y crujiente. Escondida en las callejuelas de Nápoles, la Pizzeria De' Figliole es el templo de la pizza frita, y ofrece unas cuantas opciones de sabores diferentes, incluida una versión dulce rellena de Nutella. Es un plato que se consume mejor bien caliente sobre un trozo de papel grasiento.

Hay bocadillos de beicon, y luego está el Dishoom Bacon Naan Roll. Dishoom es una pequeña cadena británica que rinde homenaje a los antiguos cafés iraníes de Bombay, y su popularísima versión del clásico desayuno británico merece la pena. La versión picante del restaurante lleva tocino crujiente, queso crema, hierbas frescas y mermelada de chile casera dentro de pan naan caliente. Va perfecto con una taza de chai o un lassi de mango.

Vietnam es un paraíso para los amantes de la buena comida, repleto de platos increíbles, pero en Hanói hay un manjar especialmente emblemático que pide ser probado: el Chả cá Lã Vọng. Es un plato brillante, ligero y picante de pescado frito con cúrcuma y cocinado con fideos, eneldo, jengibre, galanga, cebolla y pasta de gambas. Se inventó en el restaurante Cha Ca La Vong de Hanoi en 1871. Hoy en día, el local original sigue sirviendo solo este plato característico, y los clientes lo comen en las brasas de las mesas comunales.

Si necesitas una dosis rápida de comida reconfortante, no hay nada mejor que la poutine, idealmente servida en un sencillo puesto de carretera. Pero si quieres algo más elegante, Au Pied de Cochon, una institución gastronómica de Montreal, es famosa por su elevada versión del plato más típico de Canadá. La poutine de allí sigue teniendo todas las características clásicas de la versión de comida rápida (patatas fritas perfectamente crujientes, queso chirriante y salsa rica y oscura), pero todos los sabores se elevan al siguiente nivel. La poutine clásica ya es deliciosa, pero la versión decadente de foie gras, hecha con patatas fritas con grasa de pato, una salsa decadente de pato y foie gras mantecoso, es algo fuera de este mundo.

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Puedes comer un plato de pollo frito en restaurantes de todo Nashville (Tennessee), pero Prince's sigue siendo el estándar de este sencillo pero emblemático plato de crujiente pollo frito bañado en salsa picante. La historia cuenta que el fundador Thornton Prince inventó por accidente este favorito de la comida rápida en los años treinta. Y, a hoy en día, la bulliciosa pollería sigue siendo regentada por su familia. El conciso menú ofrece alitas enteras, patas, pechuga y pan, todo ello bañado en una mezcla de especias que va desde el picante normal al picante XXX.

Puede que Nápoles sea la cuna de la pizza, pero la pequeña ciudad cercana de Caiazzo presume de tener lo que muchos dicen que es la mejor pizzería de todo el mundo. Los ingredientes de alta calidad proceden de la zona, que Pepe In Grani luego convierte en esponjosa masa en Pepe In Grani. El restaurante está supervisadio por el maestro pizzero Franco Pepe, cuya familia lleva tres generaciones horneando en la región. El chef Franco es conocido por sus originales versiones de los clásicos, como una pizza margarita con la salsa de tomate encima del queso, no debajo (en la foto), y una pizza frita de postre con mermelada de albaricoque y requesón.

Para disfrutar de una inolvidable degustación de nyama choma (que literalmente significa "carne a la parrilla" en swahili) dirígete a este animado restaurante al aire libre, donde podrás darte un festín con una enorme variedad de carnes locales, asadas sobre un enorme fuego de carbón en el centro del restaurante. Además de jugosos filetes, cordero y pollo a la parrilla, también encontrarás cabra, cocodrilo, avestruz y todo tipo de chisporroteantes carnes de caza, servidas en la mesa por un ejército de trinchadores.

Uno de los cafés más elegantes de Oporto también sirve su manjar menos sofisticado. El Café Majestic, que data de 1921, es una joya de la Belle Époque con paredes revestidas de espejos y opulentos elementos de época. Además de elegantes pasteles y tés de la tarde, también sirve un sensacional bocadillo Francesinha. La versión portuguesa del croque monsieur consiste en salchicha portuguesa, jamón y ternera asada, servidos con un huevo frito y una salsa de cerveza y queso increíblemente rica. Puede que la ciudad tenga más sitios famosos de Francesinha, pero ninguno es tan magnífico como el Majestic Café.

Los aficionados al helado acuden en masa a la heladería más antigua de Europa (y posiblemente la mejor del mundo), en Turín, donde el personal bien preparado sirve el helado en copas con la debida reverencia. Prueba la mezcla de helado de avellana, helado de chocolate, helado de vainilla, stracciatella de menta, sorbete y gianduja, antes de degustar un famoso polo de Pinguino (el primer helado en palo de la historia).

Las colas dan la vuelta a la manzana mucho antes de que abra este restaurante de Bangkok, pero la espera merece la pena: Thipsamai es el lugar donde degustar una versión original del plato más famoso de Tailandia. El pad Thai, una combinación dulce y picante de fideos, gambas y salsa de aceite de gambas envuelta en huevo, es un clásico de la comida del país.

El abalón es uno de los mariscos más caros que puedes comer, y los aficionados dicen que no hay nada como su sabor dulce, mantecoso y ligeramente salado. Para probar el mejor, dirígete al legendario Forum de Hong Kong, galardonado con tres estrellas Michelin. Fundado en 1977 por el difunto Yeung Koon-yat (conocido cariñosamente como "el rey del abalón"), el plato estrella del restaurante es el Abalón Ah Yat, del que se dice que sabe como un cruce entre vieiras y foie gras. El plato se elabora remojando el marisco en agua durante 24 horas, y luego cociéndolo a fuego lento durante más de 10 horas en una salsa especial, que da al plato su sabor característico.

¿A qué otro lugar podrías ir en busca de las delicias de pastelería más exquisitas del mundo, sino a París? Odette es mundialmente conocida por sus perfectos choux à la crème, coloridos bollos de crema adorados por su masa que se deshace en la boca, su cremoso relleno de crema pastelera y su delicado glaseado. Están disponibles en varios sabores clásicos, como chocolate, vainilla, caramelo, praliné y pistacho, pero también hay algunas increíbles variedades de temporada. La tienda está situada en una encantadora calle lateral adoquinada, así que siéntate fuera, pide un espresso y un bollo de crema, y prepárate para la experiencia parisina por excelencia.

El picante jerk y la lasaña son una combinación que probablemente no debería funcionar, pero Rasta Pasta lo consigue. Este apreciado lugar de fusión italiana del mercado de Kensington, en Toronto, tiene muchos seguidores de su característica lasaña de pollo al estilo Jerk, una delicia salseada y picante en la que el intenso pollo al estilo Jerk se encuentra entre capas de pasta, con salsa Alfredo o rica salsa de crema de tomate, a elegir. La Lasaña Reggae, una versión vegetariana hecha con capas de ricotta, mozzarella y callaloo al vapor, le sigue de cerca.

Cuando se trata de hamburguesas de comida rápida, Estados Unidos tiene demasiadas opciones increíbles para enumerarlas. Sin embargo, si lo que buscas son hamburguesas elegantes y elevadas, no puedes equivocarte visitando Neon Pig. Los amantes de las hamburguesas viajan de todo el mundo a esta carnicería y restaurante para probar su Famosa Hamburguesa Smash, que ha sido nombrada dos veces la mejor de América. Hecha con una mezcla especial de filete de ternera añejo, solomillo, costilla, paletilla, tira de Nueva York y tocino Benton's, y con cebolla, pepinillos y salsa barbacoa, es casi demasiado deliciosa para describirla.

Probablemente verás la enorme cola antes de llegar a Mustafa's, un famoso puesto de kebabs berlinés que atrae a multitud de turistas (muchos de los cuales se dirigen directamente al lugar desde el aeropuerto), pero no cabe duda de que los fenomenales kebabs que sirven aquí merecen la pena. Cada elemento del característico kebab de pollo döner es pura perfección: panes de pitta blandos, calientes y esponjosos, rellenos hasta los topes de verduras frescas asadas, queso feta, jugosas lonchas de pollo y abundante salsa secreta. Sigue siendo celestial si optas por prescindir de la carne.

Este delicioso plato (con un filete cocinado y servido en una tabla de madera, rodeado de patatas con tuberías) hizo furor en Suecia en los años setenta. Actualmente está experimentando un cierto renacimiento, pero ha sido el plato estrella de Villa Godthem durante décadas. Este lugar retro, situado en la céntrica isla Djurgården de Estocolmo, data del siglo XIX. Sirve una versión superlativa de este plato emblemático, con un tierno solomillo, beicon, judías verdes, tomate asado, salsa bearnesa y patatas duquesa.

La suya es la mejor comida callejera nigeriana. Para hacerla, se sazonan generosamente jugosas brochetas de ternera o pollo con un adobo seco muy picante (hecho con cacahuetes molidos y pimientos rojos) y luego se asan sobre una parrilla de carbón. La Universidad de la Suya, un lugar bullicioso y sin lujos que abre prácticamente las 24 horas del día, es la meca de este manjar. De hecho, está ampliamente considerado como el mejor lugar de Suya de todo Lagos. Por la noche cobra vida, atrayendo a grandes multitudes de lugareños que se dan un festín de carne de vaca, mollejas de pollo, callos y riñones perfectamente carbonizados.

Ni que decir tiene que Ciudad de México es un paraíso para los amantes de los tacos, con literalmente miles de taquerías que visitar. Pero si quieres algo diferente, dirígete a Tizne Tacomotora, un restaurante de fusión que se inspira en China, Líbano, Japón y otros países. Hay montones de rellenos contundentes que probar, pero lo que no te puedes perder es el sencillo pero sensacional Tatemado de Aguacate: una mitad de aguacate sazonada con una mezcla de especias picantes y saladas, y luego ahumada y carbonizada sobre una llama abierta hasta que se carameliza maravillosamente. Servido en tortillas de maíz azul caseras con salsa, es un triunfo de sabor y textura.

La carne de Kobe procede del ganado wagyu criado en la región japonesa de Hyogo. Su rico sabor y tierna textura la hacen muy deseable (y bastante cara), pero para los aficionados al bistec, no hay carne mejor. Para una experiencia gastronómica realmente especial, ve directamente a la fuente. Kobe es una ciudad gastronómica en la que abundan los restaurantes de filetes, pero se dice que Dining Mouriya es el mejor de todos. La cocina selecciona estrictamente la carne de alta calidad del ganado Tajima, el ganado reproductor de Kobe, que se engorda durante 32 meses para mantener la calidad de su carne sutil, tierna y profundamente sabrosa.

El chef Fergus Henderson celebra la sencilla alegría de la comida tradicional británica, como las tartas, los arenques y el rarebit galés, en su trío de restaurantes St John. Los menús de las tres sucursales cambian con las estaciones, pero una cosa que siempre encontrarás es la ensalada de tuétano asado y perejil, favorita de culto. El plato combina tuétano de ternera que se deshace en la boca (servido aún en el hueso) con tostadas crujientes, granos de sal marina y una ensalada de perejil ligeramente picante, que corta la gloriosa riqueza de la comida.

El restaurante californiano homónimo del chef Nobu Matsuhisa abrió sus puertas en los años ochenta, y cuando las estrellas de Hollywood acudieron allí para probar su plato estrella, saltó a la fama al instante, lanzando más tarde la cadena Nobu con nada menos que Robert De Niro. Su icónica receta de bacalao negro al miso es famosa por una razón: el mantecoso y lujoso pescado se remoja durante varios días en un adobo de miso salado y dulce, que da como resultado un manjar sedoso y profundamente sazonado. Hoy en día, este plato se vende en los establecimientos Nobu de todo el mundo, pero creemos que el restaurante original de Los Ángeles, Matsuhisa, sigue siendo el mejor lugar para probarlo.

Situada en la avenida de los Campos Elíseos, la tienda original de Ladurée se remonta a mediados del siglo XIX, cuando a Pierre Desfontaines se le ocurrió tomar dos conchas de macaron y unirlas con un delicioso relleno de ganache. Encima de la pâtisserie se abrió una exquisita tetería para que la gente pudiera disfrutar de sus macarons al momento. Hoy en día, los clientes siguen acudiendo en masa para saborear este dulce clásico, rodeados de ricas telas y paredes pintadas de suave verde y dorado.

El Spaghettieis, o helado de espaguetis, es un helado alemán de culto diseñado para parecerse a un plato de espaguetis. Para hacerlo, el helado de vainilla se pasa por una prensa de spätzle o un rallador de patatas, dándole forma de fideos. Luego se cubre con salsa de fresa y virutas de chocolate blanco para que parezca salsa de tomate y virutas de parmesano. Esta extraña creación fue inventada a finales de los años sesenta por el propietario de una heladería de segunda generación, Dario Fontanella, en Eis Fontanella de Mannheim, y hoy sigue siendo un éxito de ventas.

El té de la tarde es un arte en Bettys, un legendario salón de té de Yorkshire fundado por un pastelero suizo en 1919. A lo largo de los años se ha convertido en una pequeña cadena con cinco sucursales, pero su establecimiento insignia de Harrogate es la verdadera atracción, con su encanto anticuado y sus pasteles impecables. Los amantes de la buena comida de todos los rincones del mundo hacen cola habitualmente en la calle para probar sus delicados sándwiches de dedo perfectamente elaborados, sus elegantes pasteles y sus tés recogidos a mano. No te vayas sin probar el Fat Rascal, el bollo regordete y extrafrutal característico del salón de té.

Para una comida inolvidable que celebre la rica herencia de la cocina oaxaqueña, dirígete a Casa Oaxaca: una elegante casa colonial del siglo XVIII que alberga el aclamado restaurante y hotel del chef Alejandro Ruíz. La ciudad de Oaxaca suele considerarse el corazón gastronómico de México, y Alejandro es un embajador mundial de la cocina oaxaqueña, sobre todo del mole. Sus platos dan un toque moderno a los platos regionales clásicos, así que te esperan platos como el rico y cremoso mole blanco rociado sobre pato crujiente, y la tierna lengua de ternera con un mole de alcaparras rico en umami.

Como sabrá cualquier aficionado al pescado y las patatas fritas, la mejor versión del plato británico fish and chips suele encontrarse en los lugares más modestos y sencillos. John Long's, recientemente nombrado el mejor restaurante de patatas fritas del Reino Unido por el periódico The Times, no es nada lujoso. Los amantes de la buena comida siguen acudiendo desde kilómetros de distancia para probar las patatas fritas esponjosas por dentro y el bacalao perfectamente cocinado y rebozado crujiente. La clave de la perfección en este venerado restaurante norirlandés es la frescura del pescado (desembarcado en Kilkeel) y el rebozado superligero, cuya receta no ha cambiado en más de 100 años.

El característico kebab Tunday de Lucknow (también conocido como kebab galouti), que se deshace en la boca, tiene una historia asombrosa: se sirvió por primera vez a la realeza en el siglo XVII, y originalmente se condimentaba con la friolera de 160 especias diferentes. Para prepararlo, se baña carne picada de cordero o carnero en un adobo secreto (que incluye desde papaya molida hasta coco), antes de formar hamburguesas y freírlas en ghee. El mejor lugar para probar este plato es Tunday Kababi, fundado en 1905. Hoy en día es uno de los restaurantes más queridos de la ciudad, famoso por su sensacional versión con carne de búfalo.

Pide el canard de Rouen à la presse (pato de Rouen prensado) de Otto's, un plato del siglo XIX en el que se aplasta la carcasa de un pato cocido en una prensa de plata en la mesa, y obtendrás una guarnición de teatro con tu comida. Mucho brandy, mucho teatro y un gran artilugio de plata forman parte de esta experiencia gastronómica de tres platos para dos personas. Otros platos característicos de Otto’s incluyen pastel de pato con salsa de trufas, bogavante prensado y todo tipo de carnes de caza, según la temporada.

Si quieres probar la mejor pizza al plato hondo de Chicago, ve a Pequod's. Clasificada como la pizzería número uno de toda América por Yelp, esta institución local abrió sus puertas en 1970. Es famosa por sus bordes increíblemente crujientes y con queso, que se consiguen colocando un anillo de mozzarella alrededor del borde del molde. El queso se carameliza al cocinarse la pizza, formando una corteza increíblemente oscura. Las opciones de relleno son sencillas: Pequod's recomienda no añadir más de cinco para obtener el mejor resultado.

Puede que Al Fassia sea uno de los restaurantes más famosos de Marrakech, pero este magnífico lugar sigue siendo un favorito local, lo que siempre es una buena señal. La cocina está dirigida íntegramente por mujeres, y sirve el tipo de cocina tradicional abundante que normalmente solo experimentarías en casa de alguien. Los comensales alaban la crujiente pastilla de pichón (un pastel salado y dulce) y los platos de mezze, pero lo que realmente destaca son los auténticos tajines, que ofrecen capa tras capa de sabores y texturas complejos. Lo mejor es el tajine de poulet à la courge caramélisée (tajine de pollo con calabaza caramelizada), pero todos los tajines son excepcionales.

Fundada en 1888, esta institución gastronómica lleva más de 100 años ofreciendo a los hambrientos neoyorquinos la mejor experiencia en bocadillos que el dinero puede comprar. La icónica charcutería ha aparecido en innumerables programas de televisión y películas (la más famosa, Cuando Harry encontró a Sally) y es adorada tanto por turistas como por neoyorquinos, por lo que puedes esperar para conseguir mesa. Sin embargo, los enormes bocadillos de pastrami, simplemente servidos en pan de centeno sin semillas con un buen chorro de mostaza, bien merecen la espera. El pastrami de Katz's se cura lentamente durante 30 días, lo que da como resultado una carne increíblemente jugosa y tierna.

La picanha (un corte de ternera tierno y lleno de sabor que se extrae de la parte superior de la grupa) es una obsesión nacional en Brasil, y la encontrarás prácticamente en cualquier sitio donde sirvan carne. Sin embargo, para degustar lo mejor de Río, dirígete a la Churrascaria Majórica, un asador de la vieja escuela situado en el centro histórico de la ciudad, que es una visita obligada para los amantes de la carne desde 1962. Aquí la carne se prepara según la verdadera tradición del churrasco: a la brasa, con condimentos sencillos. Es imprescindible una guarnición de farofinha (un plato crujiente y desmenuzable hecho con harina de mandioca tostada).

El difunto y gran chef Bill Granger fue pionero en la versión australiana por excelencia de la cultura del brunch, poniendo la tostada de aguacate en los menús de todo el mundo. En su emblemática cadena de restaurantes Bills, que tiene cuatro locales en Sídney (además de varios en el extranjero), el plato estrella es el mismo desde hace años: unos hotcakes maravillosamente ligeros y esponjosos, servidos con plátanos y mantequilla de panal. Es un favorito perdurable que, en esencia, ¡es Sídney en un plato!

El sushi es una forma de arte, y su gran maestro es Jiro Ono, quien, a sus casi 100 años, está considerado uno de los mayores artesanos vivos del sushi. Su legendario restaurante, que apareció en el premiado documental de 2011 Jiro dreams of sushi, solo tiene 10 plazas en el mostrador y una lista de espera de meses, por lo que conseguir una plaza requiere compromiso. Sin embargo, cuando consigas entrar, el menú degustación omakase de unas 20 piezas de sushi, elaboradas delante de ti para su consumo inmediato, te proporcionará una experiencia casi religiosa.

Din Tai Fung se fundó en Taiwán en 1958, y ha pasado de ser un pequeño restaurante familiar a convertirse en una marca reconocida internacionalmente, con establecimientos en todo el mundo. Sin embargo, el restaurante insignia del distrito Da'an de Taipei sigue funcionando con fuerza, produciendo lo que muchos consideran los mejores xiao long bao del mundo. Adorados por su fina y delicada piel y su jugoso relleno, estos impresionantes dumplings de sopa se rellenan tradicionalmente de cerdo, pero también los hay de todo tipo, desde huevas de cangrejo hasta calabaza verde e incluso trufa.

Cañete, uno de los restaurantes más queridos de Barcelona, es un lugar maravilloso para comer tapas tradicionales españolas con un toque de alta cocina. Situado justo al lado de la turística La Rambla, no parece gran cosa desde fuera, pero tienes garantizada una noche inolvidable en este animado y acogedor bar y restaurante. Espera un asiento en la Barra, donde los clientes se reúnen en torno a la barra para tomar una copa y unas tapas. Los productos de calidad y la atención al detalle garantizan que las sedosas lonchas de jamón ibérico, el sabroso gazpacho, el crujiente pescadito frito y el pan con tomate perfectamente hecho sean un placer.

No hay lugar más célebre por su barbacoa que Texas, y hay varios restaurantes de culto en todo el estado, pero ninguno se puede comparar realmente con Franklin. Anthony Bourdain calificó la falda de ternera de este local (que es notoriamente difícil de cocinar) como la mejor que había probado nunca, y las legiones de fans que peregrinan hasta aquí cada año están sin duda de acuerdo. Este ahumadero tejano sin florituras empezó siendo un camión de comida, pero hoy en día tendrás que hacer cola durante horas para que te sirvan sus deliciosas lonchas de pecho de vaca con pepinillos, cebollas, salsa barbacoa y pan blanco.

El excéntrico chef británico Heston Blumenthal tiene innumerables platos emblemáticos, como las gachas de caracol y el helado de beicon y huevo, pero su Meat Fruit (“Fruta de Carne”) es sin duda el más emblemático. Servida en su restaurante Dinner, con dos estrellas Michelin y situado en el elegante Mandarin Oriental Hyde Park, la receta se basa en un plato servido en la corte real de Enrique VIII. Consiste en un rico y perfectamente ligero parfait de hígado de pollo y foie gras cubierto de una "cáscara" de gelatina de mandarina, decorada para que parezca exactamente una pieza de fruta. Se tarda varios días en perfeccionarlo, y los aficionados dicen que sabe tan bien como parece.

En la lista de comidas imprescindibles, el elaborado menú degustación del restaurante californiano de Thomas Keller probablemente ocupe el primer lugar para muchos amantes de la buena mesa. Este lugar de alta cocina es famoso en todo el mundo, tiene tres estrellas Michelin y ofrece una cocina francesa clásica del más alto nivel. Thomas tiene muchos platos famosos, pero Oysters and Pearls (“Ostras y Perlas”) es probablemente el más emblemático, consistente en ostras desbulladas sumergidas en un charco de cremosa crema de tapioca perlada, coronadas con una generosa quenelle de caviar de esturión blanco. Oysters and Pearls no puede ser más opulento y, afortunadamente, siempre está en el menú.

Este plato tradicional romano es posiblemente uno de los platos de pasta más apreciados del mundo. Puedes encontrar sensacionales versiones de los espaguetis a la carbonara en restaurantes de toda la ciudad, pero los entendidos dicen que la versión de la Roscioli Salumeria, un lugar gastronómico que también es panadería, charcutería y tienda de vinos, es sencillamente insuperable. Cada ingrediente se trata con el máximo cariño y atención, desde la pasta al dente más fresca hasta los crujientes y sabrosos huevos sedosos de guanciale (papada de cerdo curada), pasando por el condimento: la cantidad justa de pimienta negra y pecorino romano.

La comida reconfortante más legendaria de Austria, el crujiente wiener schnitzel, se elabora machacando, salando y enrollando una chuleta de ternera en una costra de harina, huevos y pan rallado, y luego se fríe en mantequilla o manteca de cerdo hasta alcanzar la perfección dorada. Para probar el mejor, ve a Figlmüller, en Viena, un animado restaurante familiar que, según dicen, lleva sirviendo el wiener schnitzel original desde 1905. Tradicionalmente servido con patatas cocidas o una ensalada ligera de patatas, es una auténtica delicia.

Si ya eres fan de este indulgente curry, que se inventó en Delhi en los años cincuenta, te sorprenderá el que sirven en Gulati. Este hito culinario lleva sirviendo comida del norte de la India de alta calidad en el corazón de Delhi desde 1959, y tiene fieles seguidores por su increíble Murgh Makhani, también conocido como pollo a la mantequilla. En esta versión, trozos enteros de pollo con hueso se marinan en especias antes de cocinarse lentamente en una rica salsa de mantequilla y tomate. Es increíblemente delicioso.

Favorito de los restaurantes chinos de todo el mundo, el pato pekinés se cocina y come en Pekín desde la época imperial. Hay innumerables métodos de prepararlo y cocinarlo que se remontan siglos atrás, pero se dice que un lugar contemporáneo hace el mejor del mundo. Da Dong (y su fundador, Dong Zhenxiang) es famoso por ser pionero en un nuevo método de cocinar el pato pekinés utilizando un horno de leña esférico. La técnica crea una carne magra pero excepcionalmente jugosa y tierna, con una piel perfectamente crujiente. Da Dong tiene varias sucursales, pero el restaurante original del distrito Dongcheng de Pekín, galardonado con una estrella Michelin, es el más emblemático.

Sin duda, la capital de Campania rebosa de pizzerías excelentes e históricas, pero L'Antica Pizzeria da Michele está entre las mejores de todo el mundo. Propiedad de la familia Condurro, esta pizzería de Nápoles se fundó en 1870 (puede que también la reconozcas de Come, reza, ama) y es conocida por su pizza de estilo napolitano. Con su base fina y su corteza hinchada y carbonizada, la Pizza Napoletana se elabora con unos pocos ingredientes sencillos: tomates, mozzarella y hojas de albahaca fresca. Por suerte para los amantes de la pizza en Estados Unidos, el restaurante también tiene establecimientos en Nueva York y California.

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